Actúa oportunamente contra el ACV

El enfoque de la conciencia corporal como tratamiento de ACV

Conciencia corporal

Conciencia corporal

Cuando se presenta un ACV es común que los sobrevivientes a este tipo de eventos queden con secuelas como trastornos de la relación espacial, deficiencias motoras y sensoriales que potencialmente conducen a diferentes problemas de salud y comprometen la calidad de vida de las personas.


Pero no solo eso, de acuerdo a un estudio de Guidettiet (2007), algunos pacientes suelen presentar una extraña sensación sobre su cuerpo y se les dificulta reconocerlo. Por esta razón, el interés por las terapias para aumentar la
conciencia corporal en pacientes que han sufrido un ACV ha ido en crecimiento. ¿Por qué? ¡Continúa leyendo para saberlo!


¿Qué es la conciencia corporal?


Conocida como terapia de la
conciencia corporal basal es una modalidad fisioterapéutica que busca que los pacientes centren su atención en cómo deben realizarse los movimientos del cuerpo. Este enfoque pretende que las personas encuentren una nueva actitud hacia el cuerpo, fortaleciendo los recursos de cada uno e integrándolo en la vida cotidiana. 


En palabras menos técnicas podemos resumir la terapia de
conciencia corporal basal como el método para reconocer y tomar conciencia de la posición y el movimiento de cada parte del cuerpo en relación con los músculos y las articulaciones.   


Como la rehabilitación tras un ACV generalmente está enfocado en mejorar la postura, el equilibrio y el funcionamiento de la marcha para lograr independencia de las actividades diarias. 


Este método resulta muy conveniente por involucrar el sistema propioceptivo, el cual nos dice dónde y cómo se mueven los músculos, así como el sistema vestibular, que está formado por órganos en el oído interno que son los encargados de la orientación espacial, mantener el equilibrio, la postura y la estabilidad de la cabeza. 


Además, al tener un enfoque en el cómo de los movimientos ayuda a aumentar la autoconciencia de los aspectos físicos, mentales y psicosociales de la conciencia corporal. Para ello, es fundamental encontrar la línea central del cuerpo realizando diferentes movimientos como cambios de peso y rotaciones, al tiempo que se le presta atención al cuerpo.


Beneficios


La
conciencia corporal tiene varios beneficios que van desde la salud física hasta la emocional. Tanto así, que esta terapia ha sido utilizada en pacientes con trastornos alimentarios (Catalan-Matamoros, 2011), síndrome del intestino irritable (Eriksson, 2007) y amputados transfemorales (Sjodahlet, 2001). 


En líneas generales y como hemos dilucidando en este post, los beneficios de este método son: 


Mejor equilibrio y estabilidad


Uno de los principales beneficios de la conciencia corporal es tener una fuerte conexión cuerpo-mente. Cuando tenemos claro dónde está nuestro cuerpo en el espacio, tenemos mayor capacidad de dirigirlo hacia lo que queremos que haga.


Control de peso


Existe cierta evidencia de que la
conciencia corporal puede ser una herramienta beneficiosa para controlar el peso. Un estudio (Proffitt Leyva, R. P., & Hill, S. E., 2018) mostró que las personas con baja conciencia corporal tienen más probabilidades de comer en ausencia de hambre, causando así obesidad; uno de los factores de riesgo de un ACV. 


Conoce otros factores de riesgo de un ataque cerebrovascular haciendo clic
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Manejo del dolor


Al lograr un conocimiento del comportamiento del cuerpo es mucho más fácil manejar el dolor, eso es porque si sabemos qué parte del cuerpo nos duele podemos realizar ejercicios específicos para esa zona y tratar la molestia de una manera más efectiva. Además, la tolerancia al dolor es mayor si tenemos conciencia de nuestro cuerpo. 


Mejora el bienestar mental y emocional


Cuando los sistemas propioceptivo y vestibular no procesan la información del entorno correctamente, puede ser estresante. La
conciencia corporal que proviene de equilibrar el examen de ingreso y los sistemas propioceptivos puede brindarnos una sensación de seguridad tanto en el cuerpo como en el mundo que nos rodea. Incluso puede conducir a reducciones en:

  • Ansiedad
  • Depresión
  • Vértigo


Otro aspecto relevante de este método es que cuando logramos alcanzar un nivel consciente elevado podremos satisfacer cualquier tipo de necesidad. El ejemplo más claro es cuando queremos comer algo sin tener hambre. En lugar de tomar una barra de chocolate u otro refrigerio poco nutritivo cuando estamos cansados, entenderemos que es mejor tomar una siesta.


O en lugar de quedarnos dormidos cuando atravesamos un momento emocional difícil, sabremos que lo mejor es comunicarse con algún ser querido o consultar a un terapeuta.


Ejercicios físicos para la conciencia corporal


Tras haber conocido algunos de los beneficios de la conciencia corporal, vale la pena mencionar algunos ejercicios que nos pueden ayudar a lograr ese estado entre mente y cuerpo que propone esta terapia. 


Aunque casi todo el ejercicio físico puede aumentar este estado, debe combinarse con una conciencia intencional de las partes y sensaciones del cuerpo. Ahora bien, estos son algunos ejercicios que nos pueden ayudar a recuperar funciones como el equilibrio y la percepción de espacio. 


Mejorar el equilibrio es una forma de activar tanto el sistema propioceptivo como el vestibular, aumentando así la conciencia del cuerpo. Los ejercicios de equilibrio pueden ser tan simples como caminar en línea recta o pararse sobre un pie.


Algunas actividades que nos pueden ayudar con esto son: 


Yoga


El yoga es una de las formas de ejercicio de conciencia corporal más conocidas y practicadas. Implica vincular la respiración y el movimiento para estar más presentes en el cuerpo y la mente. Con este ejercicio también podremos aliviar el estrés, mejorar la salud del corazón y reducir la inflamación.


Tai Chi


El tai chi es una antigua práctica china que se deriva de la tradición de las artes marciales. Implica movimientos y respiración lentos y deliberados. Se ha convertido en un ejercicio popular de bajo impacto y también se conoce como "meditación en movimiento". Es una forma de ejercicio segura y eficaz para principiantes que ofrece otros beneficios como: disminución de estrés, aumento del estado de ánimo y mejor sueño. 


Caminar hacia atrás


Por tonto que parezca, caminar hacia atrás es una excelente manera de mejorar la conciencia corporal, ya que nos obliga a conectarnos con el cuerpo de una manera nueva e informar de manera diferente el propio movimiento. También activa los músculos que no se utilizan con tanta frecuencia como los que se utilizan al caminar habitualmente. Es importante asegurarnos de estar en un entorno seguro y sin obstáculos para evitar accidentes cuando hagamos el ejercicio. 


Sin embargo, muchos pacientes necesitan de un profesional para su rehabilitación tras un ACV por lo que realizar los ejercicios antes mencionados pueden ayudar pero no de la manera que debería. 


En ese caso, las terapias que generalmente son usadas en el tratamiento de un ACV son: 


Terapia física


Los fisioterapeutas son los encargados de ayudar a las personas que hayan visto reducida su capacidad de movimiento y otras funciones. Esta es la más común tanto en pacientes con ACV como en aquellos que han sufrido lesiones o una cirugía. 


Terapia ocupacional


Es posible consultar a un terapeuta ocupacional para ayudar a mejorar la capacidad para realizar las tareas diarias, como abrocharse un botón o atarse el zapato. Esta terapia se enfoca en las habilidades motoras finas y gruesas. A menudo se recomienda para personas que tienen afecciones neurológicas o del desarrollo.


Terapia somática


Los terapeutas somáticos utilizan enfoques físicos para la terapia, que incluyen ejercicios de relajación, meditación y respiración, para ayudar a las personas a superar el trauma. Estos ejercicios a menudo implican la participación de los sentidos para ayudar a la persona a sentirse presente, segura y con los pies en la tierra.


Como podemos ver la conciencia corporal puede ser una buena herramienta para tratar las secuelas que puede dejar un ataque cerebrovascular, pero es importante siempre acudir a un profesional para la rehabilitación, pues son ellos los que saben exactamente cómo trabajar y por más que varios de los ejercicios puedan hacerse en casa o por cuenta propia el apoyo y conocimiento de un especialista nos hará obtener mejores resultados. 


Eso sí, todo el mundo puede beneficiarse de este método que pretende que el ser humano tenga más contacto con sí mismo para producir movimientos funcionales que mejoran el estado mental y de salud de las personas. 


Si quieres saber más sobre tratamientos para el ACV, te invitamos a leer
nuestro blog. Allí encontrarás información relevante sobre esta enfermedad que cada año cobra la vida de millones de personas. 

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