Actúa oportunamente contra el ACV

10 ejercicios para pacientes con ACV que se pueden hacer en casa

Ejercicios para pacientes con ACV

Ejercicios para pacientes con acv

Los ejercicios para pacientes con ACV son la mejor terapia para una óptima recuperación tanto física como mental. Si has tenido un evento de este tipo es posible que te sientas frustrado por la falta de independencia. 


Pero no te preocupes, con los ejercicios que te daremos a continuación podrás ir recuperando esa independencia, al tiempo que aliviarás la tensión que pueden tener tus familiares por tener que estar más pendiente de ti. 


Pero antes de continuar vale la pena aclarar que los
ejercicios para pacientes con ACV pueden variar de una persona a otra. Si bien se recomiendan programas de entrenamiento de fuerza, habrán personas que necesiten priorizar otros aspectos. Además, cada ataque cerebrovascular es distinto y por ende cada paciente presenta diferentes efectos secundarios. 


Por lo tanto, todo sobreviviente de un ACV debe hablar con su terapeuta para obtener las mejores recomendaciones y ejercicios. Sin embargo, estos son algunos ejercicios comunes que todo paciente debería realizar tras un evento isquémico y lo mejor de todo pueden realizarse en casa.


Fuerza, movimiento, resistencia y equilibrio


La clave del éxito en la recuperación o rehabilitación tras un ACV es trabajar en la fuerza, el movimiento, la resistencia y el equilibrio. Son estos cuatro aspectos en los que comúnmente trabajan los fisioterapeutas o terapeutas ocupacionales después de un ataque cerebrovascular. 


De los ejercicios para pacientes con ACV que te daremos a continuación te recomendamos: Intenta realizar de 10 a 15 repeticiones de cada ejercicio, de 2 a 3 veces al día, de 3 a 5 días a la semana. Haz sólo los ejercicios que te resulten fáciles y seguros.


Dile a un familiar o a una persona cercana que te ayude mientras haces los ejercicios para mayor seguridad. En caso de duda, consulta con un profesional o pregúntale a tu médico sobre una derivación a fisioterapia o terapia ocupacional para una orientación más individualizada.


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1. Curl muñeca


Este ejercicio sirve para mejorar el rango de movimiento y fortalecer el antebrazo y la muñeca.


Cómo hacerlo:


  • Sostén un peso ligero, como una lata de frijoles o una botella de agua, en la palma de la mano. Pon el antebrazo boca arriba sobre una mesa o tu regazo. 
  • Flexiona tu muñeca llevando tu palma hacia tu antebrazo. 
  • También puedes trabajar la extensión de la muñeca girando el antebrazo boca abajo y llevando el dorso de la mano hacia el antebrazo.


Si te causa dolor puedes usar tu mano fuerte para aplicar un estiramiento suave en el rango de movimiento del extremo de la muñeca durante 90 segundos en cualquier dirección.


2. Apertura de hombros


Ayuda a mejorar la fuerza y ​​el rango de movimiento en el hombro y prevenir complicaciones como hombro congelado o subluxación del hombro.


Cómo hacerlo:

   

  • Dobla los codos a 90 grados y mantenlos a los lados. Gira externamente los brazos como si estuvieras abriendo una puerta. 
  • Inicia el movimiento juntando los omóplatos.


Para mayor efectividad y resistencia puedes agregar peso usando una banda elástica, botellas de agua o unas pesas muy pequeñas. 

3. Círculos de mesa 


Mejora la fuerza y ​​la coordinación en los brazos y promueve la neuroplasticidad (reorganización de los nervios y las células cerebrales).


Cómo hacerlo: 

  • Junta las manos y colócalas en una mesa frente a ti. Con un gran movimiento de “batido”, dibuja un círculo grande con las manos alrededor de la mesa. 
  • Usa tu brazo fuerte para liderar si es necesario. 
  • Intenta 10 veces en el sentido de las agujas del reloj y luego 10 veces en el sentido contrario.


Para hacerlo más difícil, sostén una pesa o un peso ligero en las manos. Para que sea más fácil, coloca las manos sobre una toalla para reducir la fricción.

4. Curvas laterales


Este es un ejercicio fundamental para maximizar la estabilidad del núcleo y mejorar el equilibrio.


Cómo hacerlo: 

  • Siéntate en una silla cómoda o en el borde de la cama con las manos en el regazo o la palma hacia abajo a los lados. 
  • Siéntate lo más alto que puedas, luego dobla la parte superior del cuerpo hacia la derecha, haciendo una “C” con el lado derecho del tronco. 
  • Procura estirar realmente el lado izquierdo del tronco. Mantén durante unos segundos, luego cambia de lado.


Para aumentar la carga de peso a través del brazo débil, coloca la mano involucrada en un mat de yoga o bola terapéutica.

5. Flexión del tronco hacia adelante


Funcionara para mejorar la fuerza del tronco y ayudar con las transferencias y el cambio de peso.


Cómo hacerlo:

  • Siéntate en una silla cómoda o en el borde de la cama con las manos entrelazadas suavemente sobre el regazo. 
  • Inclínate hacia adelante tanto como puedas, llevando las manos hacia los tobillos. Luego, usando los músculos del tronco, debes sentir toda la pared erguida.

   

Puedes alternar este ejercicio llevando las manos hacia abajo por la espinilla izquierda y la espinilla derecha y regresar a la línea media.


6. Flexión de cadera


Para fortalecer la cadera y el tronco, así como mejorar la coordinación alterna.


 Cómo hacerlo:

  • En una silla o en el borde de la cama,  aprieta suavemente los abdominales y mantén la parte superior del cuerpo quieta. 
  • Levanta una rodilla lo más alto que puedas. Mantén la posición mientras cuentas, luego baja y cambia al otro lado.


Cuando te sientas más seguro podrás hacer el ejercicio de pie mientras te sujetas a un mostrador o una mesa resistente o puedes intentarlo acostado boca arriba y llevando la rodilla hacia el pecho.

7.  Abducción de cadera


De los
ejercicios para pacientes con ACV, este es clave para fortalecer las piernas y los músculos centrales, así como mejorar la estabilidad pélvica.

   

Cómo hacerlo:
 

  • Siéntate con una buena postura. Levanta ligeramente una pierna y aléjala de la silla. Puede ser útil moverla hacia el borde de la silla. Se trata de un ejercicio de movilización y fortalecimiento de la cadera y la pierna.

8. Sentarse y ponerse de pie


Ayuda a fortalecer el tronco y piernas, mejorando el equilibrio en caso de un cambio de peso.

   

Cómo hacerlo:

  • En una silla o en el borde de la cama con los pies apoyados en el suelo 
  • Las rodillas deben estar dobladas y los pies directamente debajo de las rodillas. Inclínate hacia adelante (piensa en el despegue de un avión, no como un cohete) y levántate lentamente hasta el final. 
  • Puedes usar los brazos para ayudarte . Luego, vuelve a sentarte lentamente.


Este ejercicio puede hacerse de mil maneras. Puedes intentar no usar las manos, bajar en cámara lenta a la cuenta de 3, sostener una mancuerna liviana o incluso poner tu pie en un taburete bajo para “forzar” la pierna más débil a trabajar más duro.

9. Perrito volador

Esta técnica es muy buena para la fuerza central y bastante útil para soportar peso a través de los brazos y las piernas. 

   

Cómo hacerlo:

  • Colócate en posición de perrito o en cuatro con las manos debajo de los hombros y las rodillas debajo de las caderas. 
  • Mantén el cuello en línea con el resto de la columna, no dejes caer la cabeza ni la levantes demasiado. 
  • Contrae suavemente los abdominales. Extiende un brazo al frente mientras extiendes la pierna opuesta al brazo extendido (brazo izquierdo/pierna derecha y viceversa).
  • Mantén la posición mientras cuentas, luego regresa a la posición inicial y lo haces con el otro brazo y pierna. 
  • Si levantar un brazo y una pierna al mismo tiempo es demasiado difícil, puedes alzar un miembro a la vez.

   

Para mayor dificultad puedes intentar colocar un vaso de agua en la espalda para tratar de no regarlo, esto te ayudará a trabajar más y mejorar el equilibrio, la fuerza y la resistencia. También puedes mantener las plantas de los pies y las palmas de las manos plantadas y balancearte suavemente hacia adelante y hacia atrás o de lado a lado.


10. Puente isométrico


Con este ejercicio podrás aumentar la fuerza en el tronco y la zona posterior, especialmente los glúteos, que son esenciales para pararse y sentarse. 

   

Cómo hacerlo:

  • Recuéstate boca arriba con los pies apoyados en el suelo y los brazos relajados a los lados, con las palmas hacia abajo (prueba con una colchoneta de yoga para mayor comodidad). 
  • Contrae suavemente tus abdominales. Presiona con los talones y levanta los glúteos en el aire. 
  • Mantén en la parte superior durante unos segundos, luego baja lentamente.


Para hacer este ejercicio más fácil puedes estirar las piernas y colocar un cojín debajo de las rodillas, luego levanta la caderas presionando el cojín. Si quieres aumentar el nivel puede levantar y bajar un pie, luego el otro, mientras sostienes arriba la cadera. 


Estos son algunos de los
ejercicios para pacientes con ACV que pueden ayudar a mejorar tu estilo de vida e ir recuperando de a poco esa independencia que muchas veces es necesaria para realizar actividades básicas como ir al baño o vestirse. 


Recuerda siempre consultar a tu médico sobre los ejercicios que puedes hacer, pues cada paciente es único, por ende cada entrenamiento o tratamiento debe estar enfocado a las necesidades de cada quien. 


Si quieres más consejos sobre cómo tratar el ACV y te gusto este artículo te invitamos a visitar
nuestro blog donde encontrarás información pertinente sobre los ataques cerebrovasculares. 

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