Actúa oportunamente contra el ACV

El sedentarismo y su relación con el ACV

Sedentarismo

El sedentarismo y su relación con el ACV

Las sociedades en la actualidad se enfrentan a cambios en los hábitos de vida cotidiana, caracterizados principalmente por un aumento del sedentarismo , el tabaquismo y el consumo de alimentos ricos en azúcares refinados, grasas saturadas o trans y con altos niveles de sodio y calorías. Factores de riesgo importantes para el desarrollo de enfermedades cardíacas y ataques cerebrovasculares.

A pesar de los diversos efectos beneficiosos de la práctica regular de actividad física sobre el estado de salud, el sedentarismo constituye actualmente un problema frecuente y en aumento. De acuerdo con OMS en el informe sobre las enfermedades no transmisibles del año 2010, aproximadamente “3,2 millones de personas mueren cada año debido a la falta de actividad física, lo que constituye el cuarto más importante factor de riesgo de muerte en todo el mundo (el 6% de las defunciones)”.

Esta falta de consumo energético implica un incremento de la masa corporal total conllevando a sobrepeso u obesidad, hipertensión, y altos niveles de colesterol y triglicéridos en sangre. Las conductas sedentarias más frecuentes se presentan durante el tiempo de ocio, como ver televisión jugar videojuegos, frente al ordenador, el tiempo que se permanece sentado durante la jornada laboral o con mucha más frecuencia frente pantallas revisando redes.

Complicaciones del sedentarismo y la relación con el ACV

Cuando no existe una utilización de los lípidos del organismo por inactividad física y por un exceso de requerimientos de nutrientes, éstos se almacenan en forma de grasa para una posterior utilización. Sin embargo, cuando los depósitos de grasa se prolongan en tiempo constituyen las placas de ateroma, las cuales se forman en las paredes de los vasos sanguíneos.

Estas placas son reconocidas y destruidas por las células de defensa del organismo mediante fagocitosis (las digiere y las destruyen); al existir un volumen alto de grasa, las células de defensa se convierten en células espumosas que se adhieren a las paredes del vaso, disminuyendo el flujo sanguíneo. Este proceso puede producirse directamente en los vasos que irrigan el cerebro o puede originar un flujo turbulento que promueve la formación de trombos y la posible obstrucción de un vaso.

Una disminución del flujo sanguíneo cerebral conlleva a la insuficiencia de oxígeno y glucosa que mediante una serie de eventos bioquímicos se produce necrosis cerebral o muerte de las neuronas, que si no se corrige oportunamente puede conducir a una discapacidad o incapacidad de manera permanente.

¿Cuáles son los síntomas de ataque cerebrovascular?

Los síntomas de un ataque cerebrovascular dependen del tipo, la gravedad y la extensión de tejido cerebral lesionado. Pueden existir manifestaciones sensitivas o motoras, algunas de las más frecuentes consiste en:

  • Adormecimiento o debilidad repentina de la cara, brazos o piernas, especialmente en una parte del cuerpo.
  • Confusión, mareo o pérdida de equilibrio y coordinación.
  • Dificultad repentina para ver por uno o ambos ojos.
  • Dolor de cabeza severo y repentino sin ninguna causa conocida.
  • Pérdida de sensibilidad o sensaciones anómalas en un lado del cuerpo.
  • Dificultad para hablar o entender el lenguaje.
¿Cómo reducir el sedentarismo y la relación con el ACV?

  • Realiza actividad física al menos 30 minutos al día con intensidad moderada o intensa, como al menos 4 días por semana. Los 30 minutos de entrenamiento pueden incluir diferentes tipos de ejercicios distribuidos en 10 minutos cada uno.
  • Elige siempre las escaleras ya sea en tu casa, en la oficina o en un centro comercial. Evita las escaleras eléctricas o el ascensor.
  • Utiliza con más frecuencia como método de transporte la bicicleta.
  • Si trabajas en una oficina, intenta tomar unos minutos durante el almuerzo o breaks para salir y caminar. Romper con la inactividad te permitirá estar mucho más dispuesto y disminuye las tensiones laborales.
  • Practicar algún deporte que te apasione.
  • Consume agua de forma habitual.
  • Aliméntate de forma completa, equilibrada y variada.
  • Limita el tiempo que permaneces en pantalla, ya sea televisores, dispositivos móviles, laptops o videojuegos.
  • Evita el tabaco o las sustancias psicoactivas.
  • Modera el consumo de alcohol.
¿Cuándo acudir a un servicio de urgencias?

Como se ha expresado anteriormente, un ataque cerebrovascular es una urgencia médica y la acción temprana puede reducir los daños neurológicos y funcionales permanentes. De esta manera, si observas algún signo o síntoma de ataque cerebrovascular comunícate con 123. Los síntomas de alarma son:

A: No puede Alzar las manos
H: Se le dificulta Hablar
O: Visión alterada en un Ojo
R: Rostro o cara torcida
A: ¡Actúa!

Si deseas obtener información sobre el sedentarismo y la relación con el ACV y de qué forma puedes mantener una vida mucho más saludable, te invitamos a que visites nuestra página web: www.recavar.org/.

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