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Tratamiento quirúrgico y rehabilitación de la parálisis facial

Parálisis facial

Parálisis facial consiste en una alteración tanto estética como funcional derivada de una lesión del VII par craneal (nervio facial). Los pacientes que presentan esta deformidad, pueden manifestar alteraciones variables en las funciones de los músculos faciales y expresión facial, imposibilidad de cerrar los ojos, sonreir, hablar e incluso comer.

La etiología de la parálisis facial es variable y puede clasificarse en dos importantes categorías: congénitas y adquiridas. Dentro de las congénitas se encuentra la sindromática, no sindrómica y la idiopática que está presente en un 80% de los casos y de éstas el 90% de los pacientes se recupera sin secuelas. Por otro lado, dentro de las adquiridas se destacan la idiopática, traumática, tumores, infecciones, tóxica, neurológica, vascular y metabólica.

Las manifestaciones clínicas de la parálisis facial varían de acuerdo al compromiso del nervio facial, mecanismo de lesión y tiempo transcurrido. Según la zona facial, la profundidad de los tejidos comprometidos, las características y limitaciones particulares de cada caso, la reconstrucción puede requerir de técnicas y distintas especialidades, incluyendo cirugía plástica, odontología y otorrinolaringología.

Algunas posibles causas de la parálisis facial

Congénitas

  • Idiopáticas: división mandibular.
  • Sindromática: síndrome de Möebius
  • No sindromática: trauma congénito.

Adquiridas

  • Trauma: ataques cerebrovasculares, lesiones del tronco encefálico, lesiones corticales, lesiones faciales.
  • Infección: viral (parálisis de bell), bacteriana (otitis media), Herpes Zoster, VIH, varicela, sífilis, malaria, influenza, tuberculosis, lepra, meningitis, etc.
  • Vascular: embolizaciones (ramas de la arteria carótida externa), aneurisma intratemporal de la carótida interna.
  • Metabólicas y tóxicas: diabetes, enfermedad de tiroides, embarazo, alcoholismo, envenenamiento por monóxido de carbono.
  • Iatrogénica: anestesia local, vacuna del tétanos, tratamiento, vacuna rabia, entre otras.

Síntomas de alarma de una parálisis facial


  • Debilidad de los músculos faciales.
  • Dificultad para cerrar los ojos.
  • Imposibilidad para subir las cejas.
  • Babeo.
  • Dificultad para sonreír o mover los labios.
  • Aumento de la sensibilidad facial.


Tratamiento quirúrgico

En primer lugar debe definirse si la parálisis facial es reversible o irreversible. Por lo general, las lesiones agudas son reversibles y desaparecen espontáneamente o en algunos casos implican una evaluación precoz y reparación quirúrgica antes de 72 horas de evolución. Por el contrario, las lesiones crónicas son irrecuperables y requieren de un manejo multidisciplinario y reconstrucción quirúrgica compleja. Asimismo, se deben tener en cuenta los siguientes aspectos:


  • Causas y naturaleza de la lesión
  • Zona en el cual se ha producido la lesión
  • Intensidad de la lesión y de la parálisis facial
  • Tiempo transcurrido entre el inicio de la parálisis y la evaluación del paciente

Algunas técnicas utilizadas en el tratamiento quirúrgico incluyen:


  • Parálisis facial unilateral completa: utiliza un injerto cruzado del nervio sural.
  • Parálisis facial bilateral completa o síndrome de Möebius: consiste en la transferencia de colgajo muscular libre a rama motora del trigémino.
  • Parálisis facial unilateral incompleta: incluye un injerto cruzado de nervio sural a nervio facial contralateral.
  • Procedimientos complementarios variados según necesidad: como lifting facial, blefaroplastia, suspensión palpebral, entre otros.


Rehabilitación de la parálisis facial

La rehabilitación juega un papel importante en el tratamiento adecuado de la parálisis facial . Inicialmente se realiza una evaluación de la simetría en reposo, movimientos voluntarios e involuntarios, continencia ocular y el impacto sociolaboral y psicológico de cada paciente. Una vez se defina la gravedad de cada caso, los programas de rehabilitación tendrán como objetivo recuperar la simetría de la sonrisa, disminuir el edema facial, lograr apertura y laterización mandibular, evitar adherencias y disminuir el dolor.

Las técnicas utilizadas en los programas de rehabilitación incluyen el drenaje linfático, ultrasonido, manejo de tejidos blandos, estimulación sensorial, electroterapia, técnicas de elongación, ejercicios activos y sistemas comprensivos. Algunos programas de rehabilitación incluyen:

  • Transposición nerviosa:
es un programa de 10 sesiones de kinesiterapia durante 6 meses. Se evalúa inicialmente el paciente y seguidamente se trabaja sobre los objetivos planteados. Algunas técnicas están enfocadas en el manejo de tejidos blandos, ejercicios faciales, ejercicios posturales y ejercicios en casa para optimizar la rehabilitación.

  • Transposición muscular:
el programa consiste en 20 sesiones de kinesiterapia, durante un periodo que varía entre 6 meses a 1 año y medio. Se evalúa el paciente y se trabaja en técnicas como el drenaje manual, manejo de tejidos blandos, ejercicios posturales, ejercicios faciales, taping y acupuntura, y ejercicios para el hogar.

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