¿Cómo ocurre la irrigación cerebral? - Informate aquí - Recavar

Lóbulo frontal: Situado en la porción anterior. Este da la capacidad de moverse (corteza motora), de razonar y resolución de problemas, parte del lenguaje y emociones.

Lóbulo parietal : Encargado de las percepciones sensoriales externas (manos, pies, etc.) sensibilidad, tacto, percepción, presión, temperatura y dolor.

Lóbulo occipital: Encargado de la producción de imágenes.

Lóbulo temporal: Desempeña un papel importante en tareas visuales complejas como el reconocimiento de caras. Está encargado de la audición, equilibrio y coordinación. Es el centro primario del olfato del cerebro.

Dentro de sus principales funciones están: el control y la regulación de los demás centros nerviosos, también recibe las sensaciones y se elaboran las respuestas conscientes e inconscientes a dichas situaciones.

El correcto funcionamiento del tejido encefálico, requiere por tanto de un aporte constante y mantenido de oxígeno y de nutrientes como la glucosa. Las arterias son vasos por los que circula la sangre del corazón a los tejidos con el oxígeno y los nutrientes requeridos para éstos.

En este sentido, es importante reconocer la anatomía vascular cerebral arterial y los territorios que irrigan los hemisferios (Arteria cerebral anterior, Arteria cerebral media y Arteria cerebral posterior), ya que pueden ser útiles para determinar cuál vaso puede estar involucrado en la aparición de un ataque cerebrovascular.

¿Cómo se da la irrigación en el encéfalo?

Desde el corazón la sangre arterial cargada de oxígeno y de nutrientes, es impulsada a través de la arteria aorta para ser distribuida a todos los órganos de nuestro organismo con la finalidad de aportar las sustancias imprescindibles para el mantenimiento de su actividad metabólica.

El encéfalo es irrigado por cuatro grandes arterias, que emergen desde la arteria aorta ascienden por el cuello hasta penetrar en el cráneo. Por la porción anterior del cuello ascienden las arterias carótidas comunes y por la porción posterior ascienden las arterias vertebrales. Las arterias carótidas se dividen a su vez: arteria carótida interna, irriga estructuras extracraneales, (lengua, cavidad oral, faringe, cara, músculos cervicales) y arteria carótida externa, irriga la porción anterior del encéfalo.

Por otro lado, las arterias vertebrales forman la arteria basilar, que irrigará el cerebelo y el tronco cerebral.

Cada hemisferio recibe el suministro sanguíneo de las arterias cerebrales anterior, media y posterior. Cabe mencionar que las arterias cerebrales anteriores y medias son ramas terminales de las arterias carótidas internas.

Arteria cerebral anterior
Las arterias cerebrales anteriores irrigan la porción superior, medial y anterior de los lóbulos frontales y superficie media de los hemisferios cerebrales hasta la rodilla del cuerpo calloso. La oclusión de esta arteria resulta en una parálisis o paresia (Parálisis parcial o debilitamiento de la contractilidad de la musculatura) del miembro inferior contralateral (hemiplejía o hemiparesia).

Arteria cerebral media
La arteria cerebral media es la continuación de mayor calibre y más directa de la carótida interna, proporciona la irrigación para casi toda la superficie lateral de los hemisferios cerebrales, la porción de la corteza motora y sensitiva primaria y de asociación correspondiente al miembro superior, cara, lengua y parte de la miembro inferior. Área de Broca, corteza prefrontal, corteza auditiva primaria y de asociación incluyendo área de Wernicke.

¿Cuáles son los síntomas asociados a la oclusión de una arteria cerebral?
Cuando se obstruye el flujo en una arteria que irriga el cerebro, se puede producir la pérdida de la función normal de una parte del cuerpo por un déficit de requerimientos de oxígeno y nutrientes. Generalmente ésta pérdida conduce una discapacidad, o incapacidad de realizar una actividad de forma normal.

Los síntomas asociados en daño en el hemisferio izquierdo, pueden ser:

1. Debilidad (hemiparesia) o parálisis (hemiplejía) y deterioro sensorial en el lado derecho.

2. Problemas para hablar y para entender el lenguaje (afasia).

3. Problemas visuales, incluyendo la incapacidad de ver el campo visual derecho de ambos ojos (hemianopsia homónima).

En el caso de daño en el hemisferio derecho:

1. Debilidad (hemiparesia) o parálisis (hemiplejía) y deterioro sensorial en el lado izquierdo.

2. Parálisis o del deterioro y percepción.