El acv no se queda en casa
El ACV no se queda en casa

La importancia de asistir al médico en época de coronavirus
El
coronavirus ha hecho que todo nuestro entorno haya cambiado pero no ha ocurrido así con las enfermedades y los factores de riesgo de ACV, pues el sedentarismo, la hipertensión entre otras, siguen presentes e incluso con el aislamiento social obligatorio se es más propenso a padecer de esto.
La cuarenta además de generar estrés, ansiedad y depresión, también ha hecho que el consumo de alimentos altos en grasa y azúcar haya aumentado y como es bien sabido este tipo de alimentos son uno de los tantos factores de riesgo de ACV.
Si bien el miedo a contagiarse con Covid-19 es real, esto no significa que no debamos hacer la llamada de emergencia al más mínimo signo, pues los centros médicos tienen claro el procedimiento para atender un ataque cardiovascular en época de pandemia.
Ahora bien, algo que preocupa seriamente a los médicos, en esta época, es que quienes presentan síntomas o están presentando un ACV no están alertando o avisando a tiempo al servicio de ambulancia por lo que están llegando tarde a los servicios de urgencias y no están recibiendo el tratamiento oportuno. Cabe recordar que la mayor probabilidad de mejora en un ataque cerebrovascular ocurre cuando el tratamiento se inicia a menos de 4.5 horas desde que se presentan los síntomas.
Por esta razón los especialistas son enfáticos en decir: “el ACV no se queda en casa”. Con esta frase buscan que todas las personas, sobre todo aquellas que son más propensas a sufrir un ACV, tomen consciencia de la importancia de acudir al médico si se presentan síntomas de ataque cardiovascular.
Debe tenerse en cuenta que los pacientes con COVID-19 tiene una importante carga de factores de riesgo cardiovascular, sobre todo aquellos hospitalizados en unidades de cuidado crítico.
No hay que tener miedo
Los centros médicos han desarrollado una modalidad que se ha denominado Código ACV Protegido que busca que los pacientes, posiblemente contagiados con COVID-19 y con otras enfermedades sean oportunamente tratados, sin usar las mismas rutas dentro del hospital, para ello aplican todas las medidas de prevención para el enfermo y de protección para el personal médico .
Hay muchos informes (españa, USA, Italia) que aseguran que tratar a personas con COVID-19 y ACV con trombolisis es seguro. Este tratamiento que se realiza en aquellos pacientes que presentan ACV, consiste en disolver el coágulo que obstruye el vaso sanguíneo para recuperar el flujo normal de sangre. Se realiza con un medicamento trombolítico que se administra por medio de un catéter en una vía venosa, incluso es seguro extraer el trombo cuando está indicado.
Dentro de este código se han establecido una serie de puntos centrales para la atención de aquellas personas con ACV y COVID-19:
Elaboración de un protocolo específico para el tratamiento trombolítico del ACV en pacientes con sospecha o confirmación de infección por COVID-19.
Los pacientes con sospecha ACV en periodo de ventana, tanto en servicio de urgencia como en hospitalizados serán divididos en dos grupos. Grupo 1: asintomáticos. Se refiere a pacientes sin antecedentes de contacto, viajes, fiebre y/o síntomas respiratorios. Grupo 2: sospecha de infección por COVID-19 o COVID-19 (+).
El personal que atienda a cada paciente deberá usar elementos de protección personal según sea el caso. Pacientes asintomáticos: mascarilla. quirúrgica. Paciente COVID-19 (+) y/o sospecha: delantal impermeable de manga larga de apertura posterior, mascarilla quirúrgica (alternativa N95), guantes de látex o nitrilo impermeables que cubran el puño, y protección ocular (mádcara o escudo facial).
Definir la severidad de COVID-19 antes de la terapia de reperfusión del ACVi, con el fin de excluir a los pacientes con alta probabilidad de mal desenlace y/o mortalidad como consecuencia de su cuadro respiratorio y neurológico.
Evaluación clínica: acotar el número de integrantes y el tiempo de contacto del equipo de salud con el paciente COVID-19 (+).
¿Cómo se debe proceder?
En caso de presentar cualquier de los síntomas o cuando veas que alguien presente los síntomas de ACV es necesario acudir urgentemente a un centro médico o llamar a emergencias para pedir el servicio de ambulancia.
En caso de movilizar al paciente por cuenta propia a un centro médico es fundamental llevarlos a un hospital de tercer nivel o más, porque el establecimiento debe contar con todo el equipo médico y la presencia de especialistas 24 horas que se puedan hacer cargo de la situación.
Durante el camino hacia el hospital debe elevar la cabeza y los hombros del paciente. Los acompañantes no deben suministrarle ningún alimento, bebida o medicamento de ningún tipo por seguridad del paciente.
Al llegar al hospital deben indicar rápidamente que el paciente presenta síntomas de ACV y pedir atención inmediata. Como se trata de una urgencia médica debe ser atendida sin importar la EPS a la que esté afiliada la persona.
¿Si estoy en casa cómo puedo actuar ante un ACV?
El primer paso es identificar los síntomas; rostro caído, brazo débil, dificultad al hablar, pérdida del equilibrio corporal y alteración en los ojos. Si la persona presenta cualquiera de estos síntomas se debe llevar inmediatamente a la persona a un centro de alta complejidad o llamar a la LÍNEA 123. En caso de que hayan pasado más de 20 minutos y el servicio de ambulancia no ha llegado lo mejor es, por medios propios llevarlo al centro mencionado (tercer nivel o más).
Si no puede llevar a la persona y tiene que esperar a que el servicio de ambulancia llegue debe proceder a poner cómodo al paciente, colocar una almohada en la cabeza para elevarla y nunca dejarlo solo.
Es importante llevar el tiempo, registrar de ser posible el momento en el que sucedió el evento, ya que esta información ayudará al equipo de salud intervenir oportunamente. Aunque en muchos casos es difícil determinar la hora, sí se puede determinar cuándo fue la última vez que vimos bien a nuestro familiar.
Con estos tres pasos; anotando la hora o tiempo que sucedió el evento, acomodando al paciente de tal manera que la cabeza quede un poco elevada y llamando al servicio de emergencias o llevándolo al centro de alta complejidad estaremos ayudando a salvar millones de neuronas y muchas vidas.
El ACV no se queda en casa, es la recomendación que los expertos en salud le hacen a las personas, no importa que nos encontremos en emergencia sanitaria, pues de la rapidez con las que reaccionemos ante un ACV depende mucho la recuperación de la persona, pues cada segundo que pasa mueren 32.000 neuronas.
Te invitamos a que ante el mínimo síntoma de ACV acudas al centro de alta complejidad o llames a la Línea 123, y si quieres saber más sobre el ACV
y cómo actuar durante estos momentos de aislamiento, visita nuestra página web:
https://www.recavar.org/