Nuevos estudios sugieren que el COVID-19 tiene efectos neurológicos
Síntomas neurológicos en COVID-19

Síntomas neurológicos en COVID-19. El reciente brote de COVID-19 ha cambiado la forma de vivir gracias a su alta tasa de transmisión; continúa constituyendo un reto para la sociedad disminuir su impacto en los sistemas sanitarios, en el número de fallecidos y en la prevención de nuevos brotes
Hace meses que la enfermedad anda rondando y recién ahora la comunidad científica empieza a comprender cómo el nuevo coronavirus afecta el cuerpo humano, cuál es su vía de ingreso y cómo puede generar complicaciones que van más allá de neumonía severa con insuficiencia respiratoria, pues genera una verdadera tormenta de sustancias (citosinas) en el organismo que pueden inducir coagulación en los vasos sanguíneos y hasta ataques cerebrovasculares .
Un estudio publicado en el Journal of the American Medical Association encontró que el 36.4% de 214 pacientes chinos tenían síntomas neurológicos
que van desde la pérdida del olfato y del gusto, hasta convulsiones y accidentes cerebrovasculares.
En dicha investigación se clasificaron las manifestaciones neurológicas de los pacientes en tres categorías: manifestaciones del sistema nervioso central (mareos, dolor de cabeza, alteración de la conciencia, enfermedad cerebrovascular aguda, ataxia y convulsiones), manifestaciones del sistema nervioso periférico (alteraciones del gusto, del olfato, de la visión y dolor nervioso) y manifestaciones por lesiones musculares.
Pero este tema no es nuevo, de hecho en febrero investigadores chinos y paquistaníes plantearon que el virus era un potencial neuroinvasor que podía afectar el sistema neurológico.
Otros órganos que se verían afectados
Arritmia e insuficiencia cardíaca: de acuerdo a un estudio del Colegio Americano de Cardiología alrededor del 16% de los pacientes desarrollaron arritmia, mientras que otros informes indicaron casos de insuficiencia cardíaca de inicio agudo, ataque cardíaco y paro cardíaco después de la infección por coronavirus. Otro de los síntomas cardíacos en COVID-19 es el desarrollo de miocarditis, una inflamación del músculo cardíaco.
Por su parte, la Asociación Americana del Corazón asegura que este nuevo coronavirus puede desestabilizar la placa en las arterias, lo que puede provocar un bloqueo y poner a los pacientes en riesgo de sufrir un ataque cardíaco.
Riñones
Aunque no hay evidencia de que COVID-19 dañe los riñones de las personas que tienen una infección leve a moderada, se han observado anomalías renales en el 25-50% de los pacientes que desarrollan el tipo grave de la enfermedad, según la Sociedad Internacional de Nefrología. Esos pacientes tienen más proteínas y glóbulos rojos en la orina. Alrededor del 15% de ellos también desarrollan una disminución en la función de filtración.
Si bien los datos de estas investigaciones no son concretos, parecen confirmar la tendencia en los efectos del virus en el sistema neurológico, como también la existencia de una serie de elementos que muestran secuelas neurocognitivas entre las personas que vuelven de un estado de coma inducido para combatir la enfermedad.
El ACV NO se queda en casa
Si bien la pandemia es la gran preocupación en el mundo hoy en día, los riesgos cardiovasculares no se toman días de descanso o de cuarentena, por lo que se debe prestar mucha atención a los síntomas de ACV.
Algo que preocupa a los médicos es que a pesar de que los códigos de ACV se han reducido en un 40%, los hace pensar que esto se debe en gran parte a que las personas por temor a contagiarse con el Covid-19, optan por quedarse en casa en vez de acudir al centro médico al presentar síntomas de ACV.
Otro de los factores importantes que aumenta el riesgo de un accidente cardiovascular gracias a la cuarentena es que el encierro fomenta el sedentarismo y la mala alimentación, además de la depresión y el estrés. Todo esto puede derivar en un infarto agudo de miocardio o agravar otras patologías cardíacas preexistentes.
Por eso la recomendación es que si hay síntomas de ACV no dude en consultar al médico, pues los hospitales, clínicas y centros médicos se han organizado para minimizar el riesgo de contagio y de cruce con pacientes de ACV con los de Covid.
En este sentido, El Cuerpo Directivo del Consejo de Accidentes Cerebrovasculares de la American Heart Association/American Stroke Association publicó la Guía Temporal de Emergencia para los Centros de Accidentes Cerebrovasculares durante la pandemia en la que recomienda:
- Respeten las directrices de tratamiento para los pacientes a fin de garantizar que se proporcione la adecuada atención del accidente cerebrovascular en la medida de lo posible durante la crisis.
- Busquen maneras de minimizar el uso del escaso equipo de protección personal (PPE) y reduzcan la cantidad de miembros del equipo que responden a emergencias de pacientes con un accidente cerebrovascular.
- Aumenten el uso de videoconferencias interactivas en la prestación remota del cuidado del accidente cerebrovascular, también conocido como telestroske (telemedicina para accidentes cerebrovasculares).
- Sigan las directrices de su departamento de salud local, los Centros para el Control de Enfermedades y la Organización Mundial de la Salud sobre el lavado de manos, el uso de EPP y las pruebas y exámenes del COVID-19.
- Continúen prestando atención del accidente cerebrovascular multidisciplinaria y colaborativa a los pacientes para un sistema unificado de cuidados del accidente cerebrovascular.
- Soliciten a los miembros del personal médico que estén expuestos o se hayan contagiado de COVID-19 que se mantengan en cuarentena, según corresponda.
- A la comunidad científica solo le queda seguir trabajando en el tratamiento de este virus que ya ha cobrado la vida de más de 160 mil personas en el mundo y más de 2,4 millones de infectados.
En RecaVar te invitamos a conocer toda la información sobre las formas de contagio, los síntomas y las medidas preventivas para reducir el riesgo de infección. Puedes ingresar a nuestra página web:
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