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La importancia de la salud en el ámbito escolar

La importancia de la salud en el ámbito escolar

La importancia de la salud en el ámbito escolar

El difícil acceso a educación, las malas condiciones de salud, la malnutrición, la actividad sexual precoz, la violencia, los embarazos a temprana edad  no deseados, el aborto, las enfermedades de transmisión sexual y SIDA, el alto consumo de tabaco, alcohol o sustancias psicoactivas, la inserción a práticas laborales tempranamente, la exposición a entornos inseguros y desfavorables, son algunos de las principales condiciones de riesgo que enfrenta la población escolar en Colombia. 


Hoy en día se sabe que la manera más eficaz de promover la salud de los niños y adolescentes es mediante la educación. “Un nivel alto de educación permite a las personas, tener mejores trabajos, gozar de más salud, y contribuir al bienestar integral de la familia y de la comunidad”, según lo expresa el Ministerio de Salud. Los escolares pasan la mayor parte del tiempo en centros educativos, por consiguiente los programas y estrategias dirigidos a esta población tienen una importante repercusión para sus vidas. 


En este sentido, las instituciones educativas deben brindar un medio ambiente saludable,  que fomente la salud, la participación, la educación física, recreación y deporte, la reorientación en los servicios alimentarios y de salud escolar, y un buen uso del tiempo libre. Todas estas estrategias tienen como objetivo que niños, niñas y adolescentes desarrollen actitudes, valores y conductas que garanticen buenas condiciones de salud, aprendizaje y calidad de vida. 


Principales problemas en salud en Colombia 

 

  1. Difícil acceso a educación: de acuerdo con el Ministerio de Salud, un 66% de los niños en Colombia no se encuentran inscritos en planes educativos. Algunas de las razones de abandono al estudio incluyen la necesidad de trabajar, la inadecuada infraestructura de los centros educativos, las largas distancias entre la vivienda y la escuela, la carencia de profesores capacitados, las limitaciones económicas en el hogar y de la escuela, el conflicto y la violencia en el territorio rural, y la poca importancia sobre aprendizaje. 

  2. Malnutrición: la salud y la nutrición son esenciales en el desarrollo físico y el rendimiento académico de los niños y adolescentes. Pese a esto, se estima que un gran porcentaje de escolares entre 13 y 17 años no consumen la cantidad de frutas, verduras y carnes rojas recomendadas por la OMS. Aproximadamente un 75% de los niños en Colombia presentan un alto consumo de alimentos con bajo valor nutricional incluyendo gaseosas, jugos azucarados, fritos, comidas rápidas y alimentos empaquetados o procesados, como parte de su alimentación diaria. 

    Esta conducta alimentaria se debe principalmente a publicidad engañosa, creencias y costumbres culturales, falta de educación nutricional, promoción de este tipo de productos en las cafeterías escolares, y malos hábitos saludables por parte del escolar. 

  3. Actividad sexual: más de un 50% de Colombianos inician su actividad sexual entre los 11 y 18 años, la mayoría son hombres. El inicio temprano y el desconocimiento de una vida sexual sana, implica una mayor incidencia de enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados.

  4. Violencia: según el Estudio Nacional de Salud Mental del Ministerio de Salud se encontró que en 4,3% de las familias los niños en Colombia son maltratados física, verbal y sexualmente. Las distintas formas de violencia hacen que los niños adopten actitudes agresivas, repitan los mismos actos de violencia, tiendan a buscar consuelo en alcohol o drogas. 

  5. Tabaquismo: el tabaco es un factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares, enfermedades respiratorias crónicas, diabetes y cáncer. El tabaco es una las principales causas de mortalidad y enfermedad evitable; causa más de 5 millones de muertes en el mundo. Según el Ministerio de Salud, “El tabaco contiene más de 7000 sustancias químicas, de las cuales al menos 250 han sido identificadas como perjudiciales para la salud y al menos 70 son carcinogénicas”.

    Se calcula que el consumo de tabaco es mayor en hombres que en mujeres y que hay una prevalencia actual en adolescentes de 13 a 15 años, de acuerdo con la OMS. El daño atribuido al consumo de tabaco está directamente relacionado con el número de cigarrillos consumidos, la edad de inicio de la dependencia y la duración total en años del consumo. El efecto nocivo del tabaco en relación a los ataques cerebrovasculares y enfermedades cardiacas está condicionado por el daño endotelial de los grandes y pequeños lechos vasculares del corazón y del cerebro.

  6. Alcohol: el consumo nocivo de alcohol se relaciona con el desarrollo de algunos tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares y cirrosis hepática. Se estima que en Colombia, el alcohol es la sustancia psicoactiva más consumida; en el país, al menos siete millones de personas entre 12 y 65 años de edad son consumidores de alcohol. La mayor prevalencia de consumo se observa en jóvenes con edades entre 18 y 24 años; y hasta en un 20% entre 12 y 17 años. 

    El impacto del abuso del alcohol sobre el estado de salud incluye intoxicación aguda, envenenamiento por alcohol, pancreatitis aguda e incluso arritmias cardiacas. En consumidores crónicos las intoxicaciones intensas pueden conducir desde un deterioro hepático a una insuficiencia hepática. La enfermedad crónica resulta de la exposición continua por largos periodos de tiempo, a altas dosis de alcohol. 

    Por otro lado, en mujeres embarazadas el consumo de alcohol se ha asociado con malformaciones congénitas, la más grave conocida como el síndrome alcohólico fetal caracterizado por crecimiento retardado, discapacidad auditiva, trastornos cardiacos, y anomalías faciales. Además del desarrollo de enfermedades, el consumo nocivo de alcohol se relaciona con violencia, accidentes automovilísticos, abuso infantil, homicidios o suicidios.


¿Cómo se garantiza el desarrollo integral del niño y adolescente? 


El Proyecto Educativo Institucional (PEI), es un conjunto de acciones educativas y procesos administrativos que buscan crear entornos donde sea posible que los niños, niñas y adolescentes desarrollen conocimientos, sentimientos, actitudes, y capacidades para asumir valores y compromisos que les permita mejorar su calidad de vida. No obstante, la promoción de la salud en el entorno escolar no solo depende de la institución educativa, sino de la participación y esfuerzo conjunto de padres, docentes y medios de comunicación. Por ello, algunas recomendaciones para fomentar actitudes saludables en los niños incluye: 

 

Alimentación saludable: implica la ingesta completa, suficiente, variada y equilibrada de alimentos ricos en nutrientes, vitaminas, minerales y agua. Un hábito alimentario saludable inicia en los primeros años de edad a través de una correcta lactancia materna que favorece el crecimiento y desarrollo cognitivo de los niños. Los niños deben entender la importancia de una buena alimentación como fuente de bienestar, esto se logra a través de: 

  • Identificar alimentos ricos y nutritivos
  • Promover las actitudes positivas en relación a los alimentos saludables
  • Aumentar el consumo de agua, como la mejor fuente para mantenerse hidratado
  • Reconocer los alimentos nocivos para la salud: enlatados, alimentos procesados, bebidas azucaradas y fritos, entre otros
  • Distribuir apropiadamente las porciones de comida durante el día
  • Idealmente comer siempre en familia

 

Cuidado personal: son un conjunto de prácticas que contribuyen a la prevención de enfermedades transmisibles. A medida que los niños crecen deben adquirir hábitos básicos de cuidado para mantenerse saludables. Algunos de ellos son:

 

  • Lavado de manos regularmente
  • Bañarse, peinarse y vestirse 
  • Cubrir su nariz/boca cuando estornudan o tosen y posteriormente lavarse las manos
  • Cepillarse los dientes mínimo tres veces al día
  • Visitar con frecuencia al dentista para conocer el estado de su salud oral

 

Actividad física: la actividad física de forma habitual asegura el gasto energético que junto con una alimentación saludable pueden prevenir el desarrollo de obesidad. Según la OMS “Se estima que la mayor parte de los niños, adolescentes y jóvenes que acumulan un mínimo de 60 minutos diarios de actividad física moderada o vigorosa podrán obtener beneficios para su salud”. Algunas recomendaciones para promover la actividad física en población escolar son:

 

  1. Realizar actividad física de moderada a vigorosa intensidad por 60 minutos mínimo, divididas en dos o más sesiones al día. Debe intercalar fortalecimiento óseo con el muscular
  2. Potencie las actividades que ameritan un gasto energético como caminar, subir escaleras, utilizar la bicicleta, en vez de desplazarse en automóvil, usar los ascensores o escaleras eléctricas
  3. Practique actividades en grupo preferiblemente al aire libre, entretenidas y divertidas para ser visualizadas positivamente más no como un sacrificio
  4. Cerciórese que la zona donde practica la actividad física esté libre de peligros
  5. Proporcione una hidratación antes, durante y después de la actividad física

 

Si deseas obtener más información acerca de la importancia de la salud en el ámbito escolar y sus implicaciones en la prevención de enfermedades crónicas no transmisibles como es el ataque cerebrovascular, puedes ingresar a nuestra página web: La importancia de la salud en el ámbito escolar

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