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¿Qué son las enfermedades cerebrovasculares? 🧠

Enfermedades cerebrovasculares

enfermedades cerebrovasculares

La enfermedad cerebrovascular (ECV) es una patología que tiene como principal característica la disfunción focal del tejido cerebral, debido a un desequilibrio entre el aporte y los requerimientos de oxígeno y otros substratos.


Dentro de esta enfermedad se abarcan  los trastornos transitorios o permanentes que se producen en el encéfalo (la parte más grande del cerebro) y  en los cuales  están implicados los vasos sanguíneos cerebrales.


Las ECV son la segunda causa más frecuente de muerte y la primera de discapacidad en el mundo, por lo cual se debe tener el conocimiento adecuado de cómo prevenir esta enfermedad, los síntomas  y saber cómo actuar de forma efectiva al momento que una persona esté sufriendo algún tipo de ECV.


En las enfermedades cerebrovasculares encontramos el infarto cerebral y el ataque cerebrovascular., los cuales describiremos a continuación.


  • Infarto cerebral: es producido por un aporte sanguíneo regional insuficiente hacia el cerebro, con lo cual muere parte de la masa encefálica.  Esta patología se  caracteriza por un déficit neurológico progresivo e  intermitente con trastornos leves al inicio y máximos al transcurrir las horas y suele ser la expresión final del ataque cerebrovascular. 
  • Ataque cerebrovascular: sucede cuando se altera el flujo de sangre hacia el cerebro y las neuronas empiezan a morir de forma acelerada porque dejan de recibir el oxígeno y los nutrientes que necesitan para funcionar. Existen dos clases de ataques cerebrovasculares. El primero, llamado ataque cerebrovascular isquémico, es causado por un coágulo que bloquea u obstruye un vaso sanguíneo en el cerebro. El segundo, conocido como ataque cerebrovascular hemorrágico es causado por la ruptura y sangrado de un vaso sanguíneo en el cerebro. 
  • El Ataque Isquémico Transitorio: cuando los síntomas duran menos de una hora y en las imágenes del cerebro no se demuestra lesión del tejido nervioso. Este debe entenderse como aviso o heraldo de un Ataque cerebrovascular, ya que al menos 12% lo presentarán en los siguientes treinta días . 

El ACV puede suceder de forma imprevisible y existe la creencia errónea  que estos ataques solo  se presentan en personas mayores y, por lo tanto en ocasiones los pacientes que están sufriendo un ACV, esperan hasta 12  para ir a una sala de urgencias. Es importante señalar que las víctimas de estos ataques pueden quedar menos afectadas si se reconocen los síntomas y se  actúa rápidamente.


Causas de la enfermedad cerebrovascular


Existen causas o  factores de riesgo que incrementan la probabilidad de sufrir una enfermedad cerebrovascular. Algunos factores de riesgo no se pueden evitar, pero la mayoría sí, lo cual significa que las personas tienen la posibilidad de prevenir esta enfermedad y  lograr tener una vida plena y saludable.


Entre los factores de riesgo no modificables y que no se pueden evitar encontramos:

  • Edad: la probabilidad de sufrir una ECV se incrementa de forma significativa con el aumento de la edad. Después de los 55 años, la incidencia de las ECV se duplica con cada década.
  • Raza:  las enfermedades cerebrovasculares son más prevalentes en personas de raza negra.
  • Genética: en algunos casos estas enfermedades pueden estar asociadas a genética heredada por padres o abuelos.

Factores de riesgos modificables, los cual quiere decir que se pueden evitar.


  • La hipertensión: la hipertensión arterial es el  principal factor de riesgo para sufrir un evento cerebral hemorrágico. Es considerado un factor de riesgo modificable, puesto que existen diversas medidas que ayudan a mantener la presión arterial en un rango normal y  saludable. 
  • Diabetes: las personas diabéticas tienen el doble de  riesgo de sufrir un ACV, preferentemente de tipo isquémico.  Así mismo, los pacientes prediabéticos y con resistencia a la insulina  tienen un mayor riesgo.
  • Obesidad: evitar el sedentarismo y realizar  ejercicio físico de forma regular es una de las principales herramientas para reducir las probabilidades de sufrir cualquier enfermedad de este tipo. Las personas activas físicamente tienen un 25 a 30% menos riesgo de sufrir una ECV.
  • Consumo de alcohol: al consumir grandes cantidades de alcohol  y de forma habitual se aumenta el riesgo de padecer un ataque cerebrovascular.
  • Tabaquismo: la nicotina y el monóxido de carbono del humo del tabaco daña el sistema cardiovascular y el riesgo se incrementa de forma proporcional al  aumento del número de cigarrillos consumidos por día.
  • Dislipemia: es un término que se refiere  a la presencia de altos niveles de lípidos (colesterol, triglicéridos o ambos) que son transportados por las lipoproteínas en la sangre. El riesgo aumenta cuando las cifras de LDL-colesterol y triglicéridos aumentan y las de HDL-colesterol (colesterol bueno) disminuyen.
  • Estrés: el estrés crónico, los síntomas depresivos y el enojo duplican el riesgo de sufrir un ataque cerebrovascular en adultos de mediana edad y adultos mayores.

La combinación de obesidad, dislipemia, hipertensión y resistencia a la insulina suele ser frecuente en personas que han sufrido algún tipo de enfermedad cerebrovascular. Es de vital importancia estar consciente de la  gravedad de esta enfermedad y  por consiguiente tratar de tener unos hábitos de vida saludables.


Síntomas de una enfermedad cerebrovascular


Las enfermedades cerebrovasculares (ECV) suceden  de manera rápida, y repentina, por lo cual recibir atención profesional en el menor tiempo posible puede ayudarle a la persona  a tener una mejor recuperación. Los síntomas de las ECV son diferentes en función de si la enfermedad ocurre en la circulación  de la parte cerebral anterior o en la posterior. 


Si la lesión sucede en la parte de circulación cerebral anterior los síntomas que se pueden llegar a presentar son: 


  • Problemas de visión en un ojo.
  • Entumecimiento parcial del movimiento voluntario en un lado, ya sea de la pierna, el brazo o la cara.
  • Déficit sensitivo
  • Incontinencia urinaria.
  • Lentitud en los movimientos voluntarios 
  • Confusión o dificultad repentina para hablar o entender a los otros
  • Parálisis de un lado del cuerpo. 
  • Dificultad repentina para caminar
  • Pérdida del equilibrio o la coordinación

Los síntomas de una enfermedad cerebrovascular  en la parte de circulación posterior son:

  • Vértigo.
  • Descoordinación del movimiento al caminar
  • Visión doble 
  • Sensación hormigueo o adormecimiento en el cuerpo 
  • Alteraciones visuales.
  • Dificultad para ingerir alimentos
  • Amnesia.
  • Movimientos involuntarios del cuerpo 
  • Trastornos de los músculos que permiten hablar
  • Dificultad para escribir 
  • Pérdida significativa de fuerza en los miembros superiores o inferiores


Cuando se trata de una enfermedad cerebrovascular cada minuto cuenta, puesto que cuanto más tiempo dure la interrupción del flujo sanguíneo hacia el cerebro, mayor va a ser el daño en la persona. La atención médica oportuna puede salvar la vida del paciente y aumentan  las probabilidades de una recuperación exitosa. 


Es importante conocer los síntomas que mencionamos anteriormente e identificar si una persona puede estar sufriendo este tipo de ataque, para de esta manera llamar inmediatamente al número de emergencias correspondiente (123 en Colombia) o dirigirse cuanto antes a un hospital.


Tratamiento de una enfermedad cerebrovascular


La enfermedad cerebrovascular es considerada una emergencia médica y la atención debe ser proporcionada de forma especializada por un  neurólogo, que tenga la capacidad de identificar la localización de la lesión y su origen antes de que hayan transcurrido 24 horas desde el comienzo del ataque.


El diagnóstico se  determinará por medio de un análisis de sangre, pruebas de coagulación, electrocardiograma, tomografía computarizada, resonancia magnética y un estudio del flujo sanguíneo cerebral. 


Al determinar de qué tipo de ECV se trata,  el neurólogo inicia con el tratamiento adecuado para recuperar el flujo sanguíneo hacia el cerebro. Los tratamientos varían de acuerdo a un  ACV isquémico, hemorrágico o infarto cerebral.


Luego de que el paciente haya sobrevivido a una enfermedad cerebrovascular y se encuentre estable, se inicia con un proceso de rehabilitación especializado, con el objetivo de ayudar a la persona a recuperar las habilidades que se perdieron cuando se afectó parte del cerebro.


Es de vital importancia tener claro que las enfermedades cerebrovasculares se pueden prevenir, por medio  de un estilo de vida saludable, que incluya una dieta sana, ejercicio constante, evitar fumar, evitar niveles altos de estrés y limitar el consumo de licor. 


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