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Colesterol alto: un factor de riesgo oculto

Síntomas de colesterol alto

Síntomas de colesterol alto

Los síntomas de colesterol alto, prácticamente no existen. Sin embargo, puede causar eventos de emergencia como por ejemplo un ataque cardíaco, un ACV o un derrame cerebral puede resultar del daño causado por el colesterol alto. Podemos decir que es un factor de riesgo oculto, lo que significa que sucede sin que lo sepamos hasta que es demasiado tarde. 


Ahora bien, es importante recalcar que cualquiera puede tener el colesterol alto y ello puede  ser causado por diferentes razones. Algunas de ellas pueden controlarse cambiando ciertos hábitos o cambiando el estilo de vida por completo. 


Entonces, si no existen los
síntomas de colesterol alto, ¿cómo puedo saber si tengo los niveles por encima de lo normal? La única manera de saber con certeza si nuestro nivel de colesterol es alto, es por medio de un examen. Esto significa tener un nivel de colesterol total en sangre superior a 240 miligramos por decilitro (mg / dL).


El examen consiste en analizar la sangre para determinar los niveles de colesterol bueno, malo y triglicéridos. En términos generales, para un corazón sano, el objetivo es tener un nivel de colesterol malo bajo y un nivel de colesterol bueno más alto. En conclusión, tener el colesterol alto es que tenemos demasiado colesterol malo en nuestra sangre y esto puede aumentar el riesgo de sufrir un ACV. 


La recomendación es hacerse este examen después de los 20 años y de ahí en adelante hacer un control cada 4 o 6 años. Esto se debe a que muchas veces, uno puede estar delgado y sentirse saludable y aún tener problemas de colesterol. 


Factores de riesgo

 

Los factores que pueden ayudar a que el colesterol se eleve son: 


Falta de ejercicio:
la actividad física ayuda aumentar el colesterol bueno, que como vimos es clave para estar saludables. El ejercicio regular es una de las mejores formas de controlar el colesterol. No tienes que correr un maratón. Una media hora más o menos de caminata, nadar o bailar a paso ligero tres o cuatro veces por semana debería ser suficiente. Si tienes poco tiempo, puedes dividirlo en incrementos de 10 minutos a lo largo del día. El entrenamiento de resistencia (flexiones, dominadas, pesas) también ayudan. 


Fumar:
lo que los expertos llaman tabaquismo, reduce el colesterol bueno, lo cual significa que el colesterol malo se conservará más tiempo. Además, afectan las paredes de los vasos sanguíneos haciéndolos más propensos a acumular grasa.

Y si a esto le sumamos que fumar está relacionado con la presión arterial alta, la diabetes y las enfermedades cardíacas, es un hábito que se debe cambiar o quitar por completo. 


Obesidad:
Tener demasiado peso, especialmente grasa “visceral” y alrededor del abdomen, puede aumentar el colesterol malo y disminuir el  bueno. En general, una cintura de 90 centímetros o más para las mujeres y 100 centímetros o más para los hombres podría ser un signo de obesidad. Asimismo, tener un índice de masa corporal de 30 o más puede aumentar el riesgo de padecer de colesterol alto. 


Perder  solo el 10% del peso realmente podría ayudar a los números, posiblemente devolviendolos a niveles saludables. Es importante hablar con el médico para encontrar la mejor dieta y ejercicios para perder peso. 


Mala alimentación:
Cuando hablamos de mala alimentación, nos referimos al consumo innecesario o en exceso de aquellos alimentos ricos en grasa saturada, pues es esta la que ayuda a incrementar el colesterol malo en el organismo. 


Por lo general, esta grasa la podemos encontrar en los embutidos, carnes rojas y de cerdo y productos lácteos enteros como mantequilla, crema, leche, queso y yogur, así como en aceites tropicales como palma y coco. Todos éstos pueden elevar el colesterol. 


La mejor manera de llevar una mejor dieta es intercambiar las grasas saturadas con alimentos ricos en grasas insaturadas como los aceites vegetales (aceite de girasol, oliva y colza), semillas de nueces y aguacate y aceite de pescado.


Unos pequeños cambios pueden marcar una gran diferencia en el nivel de colesterol. Puedes intentar: 


  • Cambiar la mantequilla por aceites vegetales para untar como girasol, oliva o aceite de colza.
  • Reemplazar la carne picada regular con opciones más magras y bajas en grasa.
  • Cambiar carne roja o procesada por pescado, pavo o pollo sin piel, o proteínas de origen vegetal como lentejas, soja o quinoa. 
  • Cambiar las papas fritas por nueces sin sal.
  • Tener queso reducido en grasa en lugar de queso normal
  • Pedir menos domicilios o comida para llevar. 
  • Eliminar grasa visible de las carnes y buscar leche descremada y yogur bajo en grasa. 
  • También se recomienda evitar las grasas trans por completo.


Si quieres optar por alimentos más naturales, existen algunas opciones que pueden ayudar a reducir los niveles altos de colesterol. Tanto la semilla de lino (linaza) como el aceite de linaza contienen altos niveles de ácido alfa-linolénico (ALA). Este es un ácido graso omega-3 que puede ayudar a reducir su riesgo de enfermedad cardíaca.


El ajo se ha utilizado como ingrediente de cocina y medicina durante miles de años. Se puede comer crudo o cocido. También está disponible en forma de suplemento, como cápsula o tableta. Algunas investigaciones sugieren que el ajo puede ayudar a reducir la presión arterial, reducir los niveles de colesterol en sangre y retrasar el progreso de la aterosclerosis. 


La edad:
El cuerpo va cambiando con el paso del tiempo y cómo pueden aparecer arrugas, con los años el riesgo de que el colesterol suba es muy factible ya que el hígado tiene cada vez menos capacidad de eliminar el colesterol malo. 


Respecto a esto, también debemos mencionar que existe un factor de riesgo genético llamado hipercolesterolemia familiar. Las personas con esta afección tienen niveles de colesterol de 500 mg / dL o más y pueden experimentar xantomas, que puede aparecer como un sarpullido amarillo sobre la piel o un pequeño bulto debajo de la piel.


Diabetes:
El último de los factores de riesgo de colesterol alto y esto se debe a que un nivel alto de azúcar en la sangre ayuda a incrementar los niveles del colesterol llamado lipoproteína de baja densidad y que reduce el colesterol bueno. 


¡Cuidado con el estrés! 


Si pensaste que el estrés no influye en el colesterol, pues estás muy equivocado. De hecho, esta condición es la causante de muchas enfermedades, motivo por el cual los médicos siempre aconsejan evitar los altos niveles de estrés.


Con relación a esto, un estudio documentó el aumento de colesterol en 18 contadores especializados en impuestos en Estados Unidos. Los niveles de colesterol de estas personas aumentó de 206 mg/dl en enero a 232 mg/dl en abril, mes límite para presentar la declaración de renta en ese país. 


Otra investigación, analizó los efectos del estrés en el colesterol en 100 pilotos de diferentes aerolíneas. El estudio reveló que los niveles de colesterol aumentó en un 5% en estos pilotos cuando fueron expuestos a situaciones estresantes propias de su profesión como los exámenes de recertificación. 


Esa relación estrés-colesterol se debe a diferentes factores. Uno de ellos es que gracias al estrés las personas cambian ciertos hábitos como el de la alimentación (aumenta el consumo de alimentos no saludables) y reducen el tiempo para realizar cualquier actividad física. 


El otro factor es que el estrés estimula el cortisol y la adrenalina. Al cortisol se le conoce como la hormona del estrés poniendo al cuerpo en un estado de alerta y tensión provocando una liberación de ácidos grasos y triglicéridos que influyen en el incremento del colesterol malo en un periodo de tiempo largo. 


Cómo hemos podido ver, los
síntomas de colesterol alto no son del todo claros o no existen por esa razón es muy importante controlar los niveles porque de no hacerlo pueden surgir otras enfermedades o eventos mucho más graves.


En ese orden de ideas pensemos que el colesterol no es solo un número, sino varios que le dan al médico un “perfil de lípidos” que suelen estar relacionados con el endurecimiento de las arterias y es esto lo que puede causar enfermedades cardíacas, ataques cardíacos y ataques cerebrovasculares.


Y si ya tienes más de 20 años, pídele a tu médico que te haga un examen de colesterol para conocer tu estado y saber si debes hacer cambios en tu estilo de vida o hábitos. 


En
Recavar no solo queremos enseñar a la sociedad sobre el ACV, también promovemos un estilo de vida saludable, por lo que te invitamos a visitar nuestro blog para lograrlo. 

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