¡7 consejos para cuidar a ese ser querido que sufre demencia vascular!

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, “la demencia vascular es la segunda forma más común de demencia después de la enfermedad de Alzheimer y representa entre el 10 y el 20% de todos los casos”. Se estima que entre 5 y 10 millones de personas en todo el mundo viven con esta enfermedad. 

A continuación, te contaremos qué es la demencia vascular, cuáles son sus causas y cómo se puede cuidar a los pacientes que la padecen. 

¿Qué es demencia vascular?

La demencia vascular es un tipo de demencia que ocurre cuando hay daño en determinados sectores del cerebro, en particular como consecuencia de infartos o trombosis o hemorragias intracerebrales; lo cual puede causar problemas cognitivos como pérdida de memoria, confusión y dificultad para resolver problemas y tomar decisiones. El riesgo de sufrir demencia vascular aumenta a medida que las personas envejecen. Sin embargo, es poco común que aparezca antes de los 65 años y el riesgo crece a partir de los 90 años.

Algunos síntomas característicos de la demencia vascular incluyen:

• Pérdida de memoria: las personas con demencia vascular pueden experimentar problemas con la evocación o recuerdo, al olvidar cosas o situaciones, incluida la dificultad para recordar eventos o conversaciones recientes.
• Dificultad para pensar y tomar decisiones: la demencia vascular puede afectar la capacidad de una persona para pensar con claridad, tomar decisiones y resolver problemas.
• Cambios de humor: pueden experimentar cambios repentinos en su estado de ánimo. Además de presentar como consecuencia depresión, ansiedad o irritabilidad.
• Problemas con la comunicación: la demencia vascular puede afectar la capacidad de una persona para hablar o comprender el lenguaje, lo que genera dificultad para comunicarse con los demás.
• Deterioro de las habilidades motoras: puede afectar las habilidades motoras de una persona, lo que se traduce en dificultad para caminar, mantener el equilibrio o realizar otras tareas que requieren algún nivel de coordinación.
• Cambios de comportamiento: algunas personas con demencia vascular pueden experimentar cambios en su comportamiento tales como agresión, inquietud o agitación.
• Dificultad con las actividades diarias: a medida que avanza la enfermedad, las personas con demencia vascular pueden tener dificultades con las actividades de la vida diaria, como bañarse, vestirse o preparar comidas.
• Incontinencia: algunas personas con demencia vascular pueden experimentar incontinencia urinaria o pérdida del control intestinal.

Los síntomas y la progresión de la demencia vascular pueden variar ampliamente según la causa subyacente y la salud en general del paciente. Además, los síntomas pueden variar según la ubicación y la extensión del daño de los vasos sanguíneos. 

De acuerdo con la OMS, “los síntomas de la demencia vascular pueden coincidir con los de otros tipos de demencia, como por ejemplo con la enfermedad de Alzheimer”. Pero a diferencia de esta enfermedad, la demencia vascular se caracteriza por implicar la veleidad en la que la capacidad de pensamiento y de resolución de problemas se deteriora, al igual que la pérdida de memoria. 

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¿Cuáles son las causas de la demencia vascular?

La demencia vascular es causada por la reducción del flujo sanguíneo al cerebro, lo que puede dañar o matar las células cerebrales. Esto puede ser el resultado de una variedad de condiciones que afectan los vasos sanguíneos, tales como:

• Accidente cerebrovascular: la causa más común es un accidente cerebrovascular, que ocurre cuando se interrumpe el suministro de sangre al cerebro, lo que provoca daño cerebral. La demencia vascular puede ocurrir repentinamente después de un ACV o puede desarrollarse gradualmente con el tiempo como resultado de un mini ACV y un ACV silenciosos que causan daño acumulativo en el cerebro.
• Enfermedad de los vasos sanguíneos pequeños: esta es una afección en la que los vasos sanguíneos pequeños del cerebro se dañan, lo que provoca una reducción del flujo sanguíneo y la muerte de las células cerebrales.
• Hipertensión: la presión arterial alta puede dañar los vasos sanguíneos del cerebro, lo que reduce el flujo sanguíneo y provoca la muerte de las células cerebrales.
• Diabetes: la diabetes puede dañar los vasos sanguíneos de todo el cuerpo, incluidos los del cerebro.
• Aterosclerosis: la acumulación de placa en las arterias puede reducir el flujo de sangre al cerebro. Si quieres saber más sobre esta condición, te invitamos a leer: Todo lo que debes saber sobre la aterosclerosis, la enfermedad que afecta las arterias
• Enfermedad cardíaca: condiciones como la fibrilación auricular o los problemas de las válvulas cardíacas pueden aumentar el riesgo de accidente cerebrovascular y, por lo tanto, aumentar el riesgo de desarrollar demencia vascular.
• Otras condiciones que pueden aumentar el riesgo de demencia vascular incluyen el colesterol alto, el tabaquismo y la obesidad.

Es importante considerar que no todas las personas con estos factores de riesgo desarrollarán demencia vascular, y no todos los casos de demencia vascular son causados por estos factores de riesgo. Además, algunas personas pueden tener múltiples factores de riesgo que aumentan el riesgo de desarrollar la afección.