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Funciones de la anticoagulación en nuestro organismo

Anticoagulación

Anticoagulación

Los anticoagulantes son fármacos que evitan la formación de coágulos en la sangre, estos medicamentos son utilizados para prevenir trombosis y embolias. Por un lado, los trombos son coágulos que se encuentran dentro del sistema circulatorio, mientras que las embolias son el desprendimiento de ese fragmento de una forma brusca. Esta acción genera el taponamiento de venas o arterias, es por esto que el tratamiento de anticoagulación es uno de los procedimientos a elección cuando se presenta trombosis en extremidades inferiores o cuando hay una embolia pulmonar.


Las trombosis


Las trombosis se generan cuando en el flujo sanguíneo se crean cúmulos de plaquetas y proteínas provenientes de la coagulación, las cuales obstaculizan la circulación de la sangre. Esta condición se genera como consecuencia de dos mecanismos del cuerpo, los cuales son:

  1. Esta condición se puede producir debido al rompimiento de placas de ateromas en las arterias, en donde las plaquetas de nuestro organismo forman un trombo encima de ellas, tratándolas como una herida. Las trombosis arteriales suelen formarse por los depósitos de grasa, sobre todo en personas con factores de riesgo cardiovascular tales como diabetes, colesterol alto, insuficiencia renal, hipertensión arterial, entre otras. Los depósitos de grasa se pueden llegar a romper por una presión arterial alta, por la  inflamación a causa de la diabetes o por los elementos tóxicos del tabaco. 
  2. Se puede producir una trombosis por tener una circulación de sangre lenta, como se ve en los casos de venas dilatadas o inflamadas de las personas con varices. Los trombos que se crean pueden desprenderse y transitar por las venas e ir directo al corazón, una vez que estos llegan a este órgano, tienen la posibilidad de llegar a las arterias de los pulmones y generar una embolia pulmonar.


Si te interesa conocer más acerca de cómo prevenir la trombosis, te invitamos a leer:
Consejos para prevenir y reducir el riesgo de la trombosis.

Anticoagulación y hemorragias


Uno de los efectos no deseados de los tratamientos para prevenir la coagulación,  es que se puede llegar a sufrir hemorragias. Estas se producen como consecuencia de la alteración de los mecanismos de defensa naturales del organismo para detener un sangrado. El consumo excesivo de alcohol, no poseer un control en la tensión o el abuso de antiinflamatorios, son factores que aumentan la posibilidad de presentar hemorragias. 


Una de las hemorragias más graves son las hemorragias cerebrales o intracraneales, y las más leves pueden ser los sangrados nasales o los derivados por cortes accidentales. Por tal motivo; se recomienda evitar el consumo de bebidas con alto porcentaje de alcohol y tener un control periódico con el médico de cabecera. En caso de presentar situaciones de dolor, se recomienda tomar analgésicos tales como paracetamol y evitar la toma de fármacos antiinflamatorios.


Flujo sanguíneo

¿En qué consiste la anticoagulación?


La formación de coágulos es un mecanismo que tiene como objetivo prevenir una hemorragia o sangrado tras sufrir algún daño o lesión. No obstante, en contadas ocasiones puede ocurrir que la formación de dichos coágulos produzcan infartos en el miocardio o a nivel cerebral y coágulos en venas o aurículas del corazón. Para estos casos, la
anticoagulación por medio de fármacos para evitar estas condiciones es fundamental.

Tipos de anticoagulantes


Entre los muchos fármacos que se utilizan para evitar enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares se encuentran los antiagregantes plaquetarios, como lo es el ácido acetilsalicílico o la aspirina, y los anticoagulantes como las inyecciones de heparina. A continuación podrás conocer los tipos de fármacos que promueven la anticoagulación


  1. Anticoagulantes inyectables:
    Los anticoagulantes inyectables (tales como la Heparina o Fondaparinux) son administrados directamente en las venas  o en una región debajo de la piel. Estos medicamentos se usan generalmente para prevenir enfermedades tromboembólicas y en personas que han sido sometidas a cirugías en donde la recuperación presenta muy poca movilidad, con el objetivo de prevenir la creación de trombos o para el tratamiento de infartos agudos al miocardio. La heparina también es empleada en mujeres gestantes con el fin de prevenir una trombosis, ya que no interfiere en el desarrollo ni crecimiento del bebe. 
  2. Anticoagulantes orales:
    Actualmente, existen distintos tipos de anticoagulantes orales, por lo que la elección de estos dependerá del diagnóstico médico y el historial clínico de la persona.


¿Cómo actúan los anticoagulantes?


Los anticoagulantes reducen la capacidad de coagulación en la sangre. Al haber una disminución en la formación de coágulos, se evita la obstrucción de vasos sanguíneos, venas o arterias. 

Los anticoagulantes orales se presentan en forma de pastillas, los más fuertes como la heparina se deben inyectar.  Estas pueden ser administradas en un centro médico o por el paciente mismo.


Anticoagulación: ¿Qué cuidados se debe tener durante el tratamiento?


Durante los tratamientos con fármacos que generan
anticoagulación es importante:


  • Mencionarle al médico tratante si hay cambios en la dieta o en el uso de estos fármacos, para no interferir con la función o acción de los anticoagulantes. 
  • No mezclar distintos tipos de anticoagulantes, solo si el médico tratante lo indica.
  • Observar si hay signos de sangrado en encías, orina, heces o si hay exceso de manchas en la piel. Si se llega a evidenciar algunos de estos síntomas, lo recomendable es buscar ayuda médica lo más rápido posible.
  • Informar al médico tratante si se está tomando otro medicamento, bien sea recetado, de venta libre o a base de hierbas medicinales. Asimismo, s e debe informar si se va a someter a procedimientos quirúrgicos. 
  • Si se olvida la toma de este medicamento, no se debe ingerir tabletas extras en la siguiente toma.
  • Intentar tomar el anticoagulante a la misma hora todos los días.
  • Evitar cualquier deporte o actividad que pueda generar lesiones o golpes.
  • Evitar el uso de fármacos como: diclofenaco, ibuprofeno, naproxeno, entre otros. 
  • Mencionar cada vez que visite un centro médico u odontológico que es un paciente que toma medicamentos para la anticoagulación.
  • Evitar tomar medicamentos a base de plantas.  


Es importante resaltar que algunos alimentos ricos en vitamina K, pueden llegar a reducir la función de ciertos anticoagulantes, por eso, es necesario consumirlos con moderación. Las dosis de estos medicamentos dependen de la necesidad de cada individuo, por lo que no se hace una generalización para todos los casos. Lo más recomendable es evitar los cambios bruscos en la alimentación, manteniendo siempre una dieta saludable basada en vegetales, proteínas de buena calidad, carbohidratos y grasas saludables.


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Anticoagulación y accidentes cerebrovasculares


Cuando se inicia un tratamiento con fármacos anticoagulantes, se reduce considerablemente el riesgo de tener un accidente cerebrovascular isquémico. El objetivo de estos medicamentos es mejorar la circulación de todo el organismo, que esta se genere de forma fluida, sin alterar la presión arterial, mejorando la llegada de oxígeno y sangre a todos los órganos del cuerpo. 


Asimismo, para que este tipo de fármacos tengan una mayor acción en el organismo y así se pueda combatir el riesgo de padecer accidentes cerebrovasculares, es importante adoptar hábitos de vida saludables tales como: 


  • No fumar.
  • Hacer ejercicio mínimo 30 minutos al día o tres veces a la semana.
  • Tener controlada la presión arterial.
  • Mantener un peso saludable.
  • Limitar el consumo de bebidas alcohólicas.
  • No consumir sustancias alucinógenas.


La alimentación es un factor clave para la prevención y cuidado de este tipo de accidentes y enfermedades, por eso:


  • Coma muchas frutas, verduras y granos.
  • Escoja proteínas magras como lo son el pescado, el pollo y las legumbres.
  • Si consume lácteos, prefiera los que son bajos en grasa. 
  • Evite alimentos fritos, procesados y grasas saturadas.
  • Evite las comidas con mucha sal o con exceso de sodio.

 

Si te interesa conocer más acerca de los procesos de anticoagulación y los accidentes cerebrovasculares, te invitamos a que visites nuestra página web RECAVAR, allí encontrarás artículos relacionados con la prevención de enfermedades y recomendaciones para conseguir un estilo de vida saludable. 

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