Sigues estos consejos para evitar el estrés crónico y reducir el riesgo de sufrir un ACV
Cómo evitar el estrés
Es común escuchar que las dietas poco saludables, un estilo de vida sedentario y la presión arterial alta aumentan el riesgo de sufrir un ataque cerebrovascular. Sin embargo, existen otros factores de riesgo que vale la pena tener en cuenta por estos días, aunque no sean tan mencionados. ¿Sabías que el estrés crónico puede aumentar el riesgo de padecer un ACV?
De acuerdo con un estudio realizado por la Fundación de Investigación en Salud, las personas que habían experimentado estrés crónico en el año anterior, tenían cuatro veces más probabilidades de sufrir un derrame cerebral en comparación con aquellas que tenían un nivel de estrés más bajo. Es poco factible que un día de estrés aumente el riesgo, pero la realidad es que el estrés constante sí lo hace.
Por esta razón, es preciso conocer
cómo evitar el estrés y qué impacto tiene en nuestro organismo. A continuación, te contaremos todo lo que debes saber.
¿Qué es el estrés?
Este concepto fue definido por primera vez por el doctor endocrinólogo Hans Selye como
“un ataque al cuerpo por parte de un agente físico, psicológico o emocional que conduce a un desequilibrio que debe ser compensado con un trabajo de adaptación". El
estrés es una reacción psicológica, emocional y física que se presenta ante una situación repentina, puede ser un trauma, un sentimiento fuerte, el ruido o el exceso de trabajo.
Entonces, el estrés es la respuesta del cuerpo ante un elemento externo y que se entiende como una amenaza. Cuando nuestro cuerpo se siente amenazado, el cerebro envía mensajes a las glándulas suprarrenales, después se producen hormonas como la adrenalina y el cortisol ponerse a la defensiva, eso se ve en la aceleración del ritmo respiratorio, el ritmo cardiaco y la presión arterial.
Existen principalmente dos tipos de estrés:
- Estrés agudo: se denomina vulgarmente como “estrés bueno” porque es movilizador y es pasajero, ya que dura un corto periodo de tiempo. En este caso, el cuerpo secreta hormonas que permiten una reacción que tiene como objetivo superar una situación estresante.
- Estrés crónico: se conoce como “estrés malo” porque debilita a las personas. Ocurre cuando se presentan situaciones estresantes, pero no reaccionan de manera efectiva, con el tiempo se envuelven en un proceso de cavilaciones mentales o de ansiedad crónica.
¿Cuál es la relación entre el estrés y el accidente cerebrovascular?
Cuando el estrés es crónico, el cuerpo mantiene un estado de excitación fisiológica que, a su vez, afecta a muchas partes del cuerpo. En realidad existen varias explicaciones biológicas que explican el vínculo entre el estrés y el ACV, pero además, es causa de otras afecciones como infartos, eccemas y ciertos trastornos psicológicos.
El estrés crónico aumenta la exposición prolongada a una presión arterial más alta e impacta en el sistema cardiovascular, de esta forma daña las paredes de los vasos sanguíneos causando que se estrechen, esto aumenta el riesgo de enfermedad cardiaca y fibrilación auricular. El daño vascular puede conducir a un accidente cerebrovascular.
Adicionalmente, a largo plazo, el estrés puede empeorar otros factores de riesgo como el colesterol alto, la obesidad, la diabetes y el tabaquismo, ya que conduce a comportamientos poco saludables como fumar, reducir la actividad física y comer poco saludable.
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¿Cómo evitar el estrés?
El primer paso para saber
cómo evitar el estrés, es identificar las causas y los síntomas. De esta manera, será más fácil aprender a trabajar en las situaciones desafiantes.
Los síntomas del estrés presentes en el cuerpo:
- Sistema nervioso: cuando estamos estresados, el cuerpo desplaza sus recursos energéticos a pelear contra la amenaza. Esto se conoce como la respuesta de “lucha”. Las hormonas hacen que el corazón lata más rápido, aumenta la presión sanguínea y aumenta los niveles de glucosa en el torrente sanguíneo.
- Sistema respiratorio: el estrés causa una respiración mucho más rápida o hiperventilación, en algunas personas puede causar ataques de pánico.
- Sistema gastrointestinal: el estrés puede impulsarnos a comer más o comer menos, pero además, en algunos casos puede causar náuseas, dolor abdominal o vomito, cuando es estrés severo.
Las causas más comunes de estrés crónico:
- Problemas de salud, ya sean personales o de un familiar.
- La muerte de un ser querido.
- Problemas financieros.
- Presión en el trabajo.
- Desempleo.
- Relaciones interpersonales estresantes.
- Problemas de salud mental o emocionales
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Sigue estos consejos para evitar el estrés
Es importante tener claro que existen factores estresantes todos los días y algunos, son naturales, como la perdida de un ser querido. Otros factores como la presión laboral o los problemas personales también son imposibles de evitar, pero existen algunos consejos que conducen al empoderamiento con mecanismos de afrontamiento en este tipo de situaciones.
Si quieres saber cómo evitar el estrés, aquí te contamos siete consejos que te pueden ayudar:
1. Dormir bien en la noche: cuando dormimos mal somos más propensos a reaccionar mal o afectarnos en situaciones desafiantes, el cansancio aumenta los niveles de adrenalina, lo que nos hace más susceptibles al estrés. Al dormir bien en la noche y el tiempo suficiente, esto nos brinda una sensación de invencibilidad, el descanso nos ayuda a mejorar la productividad, el rendimiento y, por lo tanto, a tener mayor sensación de control.
2. Meditar:
la meditación ha tomado mucha fuerza en los últimos años y cada vez más personas se suman a esta actividad porque tiene múltiples beneficios y contribuye a reducir el estrés, promover la concentración, manejar la ansiedad y aumentar el rendimiento. La meditación nos permite liberar la mente de las ideas negativas, situaciones pasadas y preocupaciones para concentrarnos en el momento presente. Todo esto se logra por medio de la respiración y los pensamientos.
3. Hacer ejercicio regularmente:
la actividad física es muy beneficiosa para la salud mental. Cuando nos enfrentamos a situaciones de alto estrés, cualquier tipo de ejercicio físico nos ayuda a canalizar la adrenalina liberada en el cuerpo, incluso influye en un mejor desempeño durante los entrenamientos. Por otra parte, la actividad física libera serotonina y endorfinas, que conducen a una mayor sensación de bienestar.
4. Sonreír no está de más:
al reír y sonreír el cuerpo libera endorfinas, tal como cuando se realiza actividad física. Esto nos ayuda a manejar situaciones estresantes y ansiosas. No importa que sea fingido, incluso cuando es forzado, estos gestos nos ayudan a evocar emociones positivas en el organismo. Además, te puedes ayudar con películas, libros o conversaciones estimulantes que te diviertan.
5. Intenta mantener la calma:
es importante recordar que no todas las situaciones estresantes dependen directamente de nosotros y, por lo tanto, no podemos tener el control de todo. Sin embargo, esto nos da una sensación de impotencia que con el tiempo resulta estrés.
Para aprender a mantener la calma, el primer paso es identificar cuáles son las situaciones que podemos manejar, para ganar confianza. Una vez nos enfrentemos a situaciones adversas, tendremos pleno conocimiento de lo que está a nuestro alcance y lo que no, a largo plazo esto nos ayudará a afligirnos menos al enfrentar el estrés.
6. Permanece cerca de tu círculo social y familia:
cuando nos enfrentamos a situaciones estresantes y difíciles, la normalidad nos regresa a un estado de tranquilidad. Estar rodeado de la familia y de los seres queridos, nos brinda un consuelo cuando las cosas van mal, ya que nos envuelve en un ambiente reconfortante que nos ayuda a sentir seguros.
7. Lleva un diario:
esta es una técnica muy efectiva que también está tomando fuerza y popularidad. Los diarios consisten en registrar diariamente las situaciones y los pensamientos que nos afectan emocional y físicamente, pero también incluir los pequeños momentos de alegría. Se recomienda hacerlo antes de dormir, para liberarse de las emociones negativas y concentrarse en los aspectos positivos. Escribir para exteriorizar nos ayuda a reflexionar sobre las situaciones.
Y por último, nunca tengas miedo de pedir ayuda. Si sientes que ninguno de los consejos te ayuda a lidiar con el estrés, puedes solicitar la ayuda de un ser querido o la opinión de un profesional como un psicólogo, un terapeuta o un grupo de apoyo para que te brinden un guía sólida sobre
cómo evitar el estrés.
En conclusión, hay muchas opciones que nos pueden ayudar a
evitar el estrés
y por consecuencia a proteger nuestra salud y reducir los riesgos de sufrir una enfermedad. Es ideal, adoptar mecanismos de defensa para vivir más tranquilos y no permitir que situaciones desafiantes nos perjudiquen a largo plazo.
Si te gustó aprender todo lo necesario sobre el estrés, te invitamos a visitar nuestro
blog para aprender sobre otros factores de riesgo del ataque cerebrovascular. En Recavar queremos informarte sobre cómo prevenir y reducir el riesgo de sufrir un ACV.
