El tratamiento para el ACV puede incluir medicamentos para prevenir y reducir la probabilidad de coagulación de la sangre. En algunos casos, se llega a realizar distintos procedimientos quirúrgicos para tratar las arterias y venas obstruidas o para eliminar un coágulo de sangre.
A continuación, te contamos algunos aspectos importantes que se deben tener en cuenta sobre el
tratamiento para el ACV:
Algunos aspectos importantes del ACV son:
También te podría interesar:
¿Cuáles son los factores de riesgo de un accidente cerebrovascular?
El tratamiento para el ACV se basa principalmente en el tipo de lesión que se haya padecido, y de la cantidad de horas en que el afectado tardó en recibir el tratamiento y atención adecuada.
Una vez que se ha determinado que el paciente ha padecido un ACV isquémico, generalmente se administra, por vía venosa, un medicamento trombolítico. La sangre lleva este fármaco hasta el cerebro para que pueda disolver el coágulo que está generando la obstrucción.
Lo más recomendable es que este fármaco sea administrado antes de las 4.5 horas (desde que le iniciaron los síntomas). Cuanto más antes sea administrado, mejor actuará el medicamento y menos posibilidades de secuelas quedarán para el paciente.
Cabe resaltar que antes de recibir el medicamento trombolítico, es necesario realizar estudios para estar seguros de que se trata de un ACV isquémico (o de excluir una lesión hemorrágica), por ello es crucial acudir en el menor tiempo posible a un hospital.
Cabe mencionar que si la persona que sufre el ataque no puede por algún motivo recibir este fármaco, o llega al hospital demasiado tarde o posee otra condición médica, que lo contraindique, puede tener un tratamiento distinto. Estos pueden ser:
Actualmente, el tratamiento para el ACV isquémico se enfoca en eliminar el coágulo y prevenir que el cerebro sufra de más daños. La primera línea de tratamiento incluye un activador de plasminógeno tisular (tPA) o alteplasa. La administración de este tratamiento a través de una vena en el brazo puede ayudar a disolver rápidamente el coágulo de sangre y mejorar el flujo de sangre al área afectada del cerebro. Si quieres leer más, te invitamos a leer:
ACV tratamiento: Procedimientos médicos de acuerdo al tipo de ACV
Luego de que el ACV se haya tratado, será necesaria una rehabilitación, para poder recuperarse del daño que esta enfermedad ha causado al cerebro. Cuanto más rápido se empiece la rehabilitación de un ACV, mayores serán las probabilidades de recuperar todas aquellas habilidades y capacidades perdidas.
Es fundamental reconocer que las principales prioridades en este proceso son:
Actualmente, existen muchos tipos de enfoques para la rehabilitación de un ACV. Este dependerá de la parte del cerebro que resultó afectada y de las capacidades que se vieron implicadas. Las actividades y terapias que se pueden realizar a lo largo de la rehabilitación son:
Para las capacidades cognitivas y emocionales afectadas también se puede realizar:
Es importante recalcar que al haber presentado un ACV, se es más propenso a padecer otro. Mientras se está en proceso de recuperación se recomienda:
Recuperarse con éxito tras un derrame cerebral requiere acompañamiento médico completo y una buena comunicación con el equipo de profesionales, todo esto con el propósito de recibir el tratamiento adecuado para superar todas las consecuencias que haya podido dejar el accidente cerebrovascular.
Después de que un paciente sufre un ACV, el equipo profesional que interviene en la recuperación programa una serie de consultas para hacer el seguimiento de acuerdo con las necesidades de cada uno. Pueden participar neurólogos, médico rehabilitador físico, fisioterapeuta, logopeda, terapeutas ocupacionales, entre otros.
Aquí te traemos algunos consejos que los expertos recomiendan para la recuperación del accidente cerebrovascular:
Cada vez que tenga una cita médica o un control, es necesario asistir muy puntual siempre. Es decir, no se deben omitir los controles regulares. Los encuentros con doctores contribuyen a entender mejor los problemas, los beneficios y los posibles efectos secundarios del
tratamiento para el ACV.
Entre más claro sea el proceso, más fácil será cumplir con las recomendaciones.
Las terapias son importantes para recuperarse después de cualquier afección médica y el accidente cerebrovascular no es la excepción. Sin embargo, en algunas ocasiones pueden parecer difíciles y hasta interminables. Sin importar el tipo de terapia, lo más recomendable es asistir de forma disciplinada, incluso en esos momentos en los que no se sienten avances.
Las recuperaciones toman tiempo y las terapias, así sean complicadas, son una parte clave para superar cualquier limitación tras el derrame cerebral.
Una de las opciones para mejorar la calidad de vida durante la recuperación de un accidente cerebrovascular son los hábitos saludables, ya que al reducir los factores de riesgo, se reduce significativamente el riesgo de recurrencia. Generalmente, los doctores recomiendan una lista de hábitos que incluyen: alimentación balanceada, actividad física y eliminar excesos.
Es ideal seguir cualquier recomendación médica, ya que el esfuerzo vale la pena para lograr una pronta recuperación y reducir el riesgo de volver a padecerlo.
Después de un accidente cerebrovascular los pacientes pueden experimentar diversas consecuencias como parálisis de las extremidades, deterioro sensorial hasta perdida del habla y problemas de la vista. Por lo tanto, es posible que durante el tratamiento para el ACV surjan diferentes inquietudes sobre los síntomas que presente el paciente. Lo ideal es anotar cualquier pregunta para resolverla durante los controles médicos.
Puede suceder que durante el tratamiento y el tiempo de recuperación se presenten síntomas o contraindicaciones que al iniciar el proceso no existían. Es importante informar inmediatamente al médico tratante para darle el manejo más adecuado a los nuevos síntomas.
También es fundamental acudir al médico en caso de tener cualquier inquietud sobre el tratamiento o la evolución del estado de salud del paciente.
Lo ideal es no consumir medicamentos de venta libre y en caso de hacerlo por cualquier motivo, lo más recomendable es comentarlo con el médico para asegurarse de que sean compatibles con los medicamentos que se están utilizando para el tratamiento.
Cumplir con el tratamiento para el ACV es uno de los aspectos claves para prevenir la recurrencia. Ya que de acuerdo con un estudio de la firma Rochester, “la recurrencia es de un 10% en el primer año y de un 20% dentro de los 5 años, luego del ACV inicial”.
Al seguir estas recomendaciones se evita que vuelva a suceder, pero adicionalmente se contribuye a acelerar el proceso de recuperación y mejorar el estado de salud. Sí te gustó aprender sobre el tratamiento para el ACV no olvides que puedes encontrar más información en nuestro
blog.