Actúa oportunamente contra el ACV

¡Aprendamos más sobre el tratamiento para el ACV!

Tratamiento para el ACV

Tratamiento para el ACV

El tratamiento para el ACV puede incluir medicamentos para prevenir y reducir la probabilidad de coagulación de la sangre. En algunos casos, se llega a realizar distintos procedimientos quirúrgicos para tratar las arterias y venas obstruidas o para eliminar un coágulo de sangre.


A continuación, te contamos algunos aspectos importantes que se deben tener en cuenta sobre el
tratamiento para el ACV: 


Características de un ataque cerebrovascular


Algunos aspectos importantes del ACV son:


  • Muchos de los accidentes cerebrovasculares suelen ser isquémicos, es decir, son producidos por la obstrucción de una arteria que aporta  el riego sanguíneo  a todo o a una parte del cerebro, esto se produce por la formación de un trombo o la obstrucción por un coágulo. Los ataques hemorrágicos se causan cuando un vaso dentro del cerebro se rompe (haciendo que la sangre salga y al tejido cerebral).

  • Los ACV isquémicos transitorios son parecidos a los ACV isquémicos. No obstante, en los ataques cerebrovasculares transitorios no hay un daño cerebral grave y las sintomatologías, por lo general, desaparecen como máximo luego de una hora.

  • Los síntomas de un ACV incluyen debilidad muscular, dificultad para hablar y entender, confusión, visión borrosa, entre otras. En los ataques cerebrovasculares hemorrágicos se pueden ocasionar dolores de cabeza intensos a veces denominados en trueno o “el más intenso de la vida”.

  • El diagnóstico de un ACV se centra principalmente en los síntomas que presenta el paciente, sin embargo, también se puede realizar un diagnóstico por medio de imágenes.

  • La recuperación de estos accidentes depende de muchos factores. Entre ellos deben considerarse la localización y el daño que generó, la edad y la presencia de otras enfermedades como hipertensión, diabetes etc.

  • El control de la tensión, de los niveles de colesterol y de azúcar en la sangre, la actividad física diaria, junto con dejar de fumar y de consumir bebidas alcohólicas, son algunas acciones que previenen un ACV.


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¿Qué tipos de tratamientos hay para los ataques cerebrovasculares?


El tratamiento para el ACV se basa principalmente en el tipo de lesión que se haya padecido, y de la cantidad de horas en que el afectado tardó en recibir el tratamiento  y atención adecuada.


Tratamiento para el ataque cerebrovascular isquémico:


Una vez que se ha determinado que el paciente ha padecido un ACV isquémico, generalmente se administra, por vía venosa, un medicamento trombolítico. La sangre lleva este fármaco hasta el cerebro para que pueda disolver el coágulo que está generando la obstrucción. 


Lo más recomendable es que este fármaco sea administrado antes de las 4.5 horas (desde que le iniciaron los síntomas). Cuanto más antes sea administrado, mejor actuará el medicamento y menos posibilidades de secuelas quedarán para el paciente. 


Cabe resaltar que antes de recibir el medicamento trombolítico, es necesario realizar estudios para estar seguros de que se trata de un ACV isquémico (o de excluir una lesión hemorrágica), por ello es crucial acudir en el menor tiempo  posible a un hospital.


Cabe mencionar que si la persona que sufre el ataque no puede por algún motivo recibir este fármaco, o llega al hospital demasiado tarde o posee otra condición médica, que lo contraindique, puede tener un tratamiento distinto. Estos pueden ser:


  • Medicamentos anticoagulantes: el médico tratante evaluará la posibilidad de prescribir este tratamiento de forma prolongada, para así prevenir futuros ataques.

  • Extracción del coágulo: cuando la persona que sufre un ACV no alcanza a llegar en el tiempo recomendado (4,5 horas) al hospital para recibir el medicamento, o si por algún motivo este no causó el efecto deseado, se puede hacer un procedimiento de extracción del coágulo que está generando la obstrucción.


Actualmente, el tratamiento para el ACV isquémico se enfoca en eliminar el coágulo y prevenir que el cerebro sufra de más daños. La primera línea de tratamiento incluye un activador de plasminógeno tisular (tPA) o alteplasa. La administración de este tratamiento a través de una vena en el brazo puede ayudar a disolver rápidamente el coágulo de sangre y mejorar el flujo de sangre al área afectada del cerebro. Si quieres leer más, te invitamos a leer:
ACV tratamiento: Procedimientos médicos de acuerdo al tipo de ACV

Rehabilitación para un ACV

Tratamiento para el ACV: ¿Cómo es la rehabilitación para un ACV?


Luego de que el ACV se haya tratado, será necesaria una rehabilitación, para poder recuperarse del daño que esta enfermedad ha causado al cerebro. Cuanto más rápido se empiece la rehabilitación de un ACV, mayores serán las probabilidades de recuperar todas aquellas habilidades y capacidades perdidas. 


Es fundamental reconocer que las  principales prioridades en este proceso son:

  1. Estabilizar la salud del paciente.
  2. Controlar las enfermedades que pueden poner en peligro la vida.
  3. Evitar otro ACV.
  4. Limitar otra complicación relacionada con el ataque cerebrovascular.


Tipos de rehabilitación:


Actualmente, existen muchos tipos de enfoques para la rehabilitación de un ACV. Este dependerá de la parte del cerebro que resultó afectada y de las capacidades que se vieron implicadas. Las actividades y terapias que se pueden realizar a lo largo de la rehabilitación son:


  • Ejercicios de motricidad: estos ayudan a mejorar la coordinación y la fuerza muscular perdida por el ACV.
  • Ejercicios de movilidad: estos entrenamientos ayudarán a reducir los posibles dolores y la tensión en los músculos.
  • Terapias por restricción: en estas terapias se restringe la extremidad que no está afectada, para que se practique el movimiento con la extremidad que fue afectada.
  • Terapia para la amplitud y el movimiento: con estas terapias se pretende aliviar la espasticidad muscular y ayudar a recuperar la amplitud de los movimientos. En muchos casos, es posible llegar a necesitar dispositivos de asistencia como sillas de ruedas, en ese caso es esencial contar con la ayuda de un experto para elegirla con base en las necesidades individuales.

Para las capacidades cognitivas y emocionales afectadas también se puede realizar:

  • Terapias para trastornos cognitivos: las terapias ocupacionales ayudan a recuperar habilidades tales como la memoria, la resolución de problemas, las habilidades sociales, entre otras.

  • Terapias para los trastornos en la comunicación: estas terapias ayudan a recuperar las habilidades que se perdieron en el habla, la escritura y la audición.

  • Tratamiento psicológico y psiquiátrico: la depresión y ansiedad son secuelas del ACV. Si el paciente presenta alguno de estos trastornos, la mejor opción es acudir a estos médicos especialistas.


Es importante recalcar que al haber presentado un ACV, se es más propenso a padecer otro. Mientras se está en proceso de recuperación se recomienda:


  • Controlar y reconocer los factores de riesgo de los ataques cerebrovasculares.
  • Continuar con el tratamiento sugerido por los médicos especialistas. Asimismo, evitar cualquier modificación en el tratamiento, ya que podrá afectar al proceso de recuperación y rehabilitación.
  • Adoptar un régimen de actividad física que contribuya al cuidado del estado de salud. En este caso, es ideal organizarlo en compañía de un fisioterapeuta especializado en rehabilitación. 
  • Tener un estilo de vida equilibrado y saludable, es decir, una alimentación con alto consumo de verduras y frutas, evitando el consumo de sustancias tóxicas, del tabaco y bebidas alcohólicas. Si quieres más recomendaciones, te invitamos a leer el siguiente blog: Alimentación saludable: métodos y alternativas prácticas.


Consejos para la recuperación del ACV


Recuperarse con éxito tras un derrame cerebral requiere acompañamiento médico completo y una buena comunicación con el equipo de profesionales, todo esto con el propósito de recibir el tratamiento adecuado para superar todas las consecuencias que haya podido dejar el accidente cerebrovascular. 


Después de que un paciente sufre un ACV, el equipo profesional que interviene en la recuperación programa una serie de consultas para hacer el seguimiento de acuerdo con las necesidades de cada uno. Pueden participar neurólogos, médico rehabilitador físico, fisioterapeuta, logopeda, terapeutas ocupacionales, entre otros. 


Aquí te traemos algunos consejos que los expertos recomiendan para la recuperación del accidente cerebrovascular: 


- Respeta el ritmo de las consultas y cumple con las recomendaciones del doctor:


Cada vez que tenga una cita médica o un control, es necesario asistir muy puntual siempre. Es decir, no se deben omitir los controles regulares. Los encuentros con doctores contribuyen a entender mejor los problemas, los beneficios y los posibles efectos secundarios del
tratamiento para el ACV. Entre más claro sea el proceso, más fácil será cumplir con las recomendaciones. 


- No perderse ninguna sesión de terapia: 


Las terapias son importantes para recuperarse después de cualquier afección médica y el accidente cerebrovascular no es la excepción. Sin embargo, en algunas ocasiones pueden parecer difíciles y hasta interminables. Sin importar el tipo de terapia, lo más recomendable es asistir de forma disciplinada, incluso en esos momentos en los que no se sienten avances. 


Las recuperaciones toman tiempo y las terapias, así sean complicadas, son una parte clave para superar cualquier limitación tras el derrame cerebral. 


- Incorporar las recomendaciones sobre el estilo de vida: 


Una de las opciones para mejorar la calidad de vida durante la recuperación de un accidente cerebrovascular son los hábitos saludables, ya que al reducir los factores de riesgo, se reduce significativamente el riesgo de recurrencia. Generalmente, los doctores recomiendan una lista de hábitos que incluyen: alimentación balanceada, actividad física y eliminar excesos. 


Es ideal seguir cualquier recomendación médica, ya que el esfuerzo vale la pena para lograr una pronta recuperación y reducir el riesgo de volver a padecerlo. 


- Llevar una lista de cualquier pregunta que surja: 


Después de un accidente cerebrovascular los pacientes pueden experimentar diversas consecuencias como parálisis de las extremidades, deterioro sensorial hasta perdida del habla y problemas de la vista. Por lo tanto, es posible que durante el tratamiento para el ACV surjan diferentes inquietudes sobre los síntomas que presente el paciente. Lo ideal es anotar cualquier pregunta para resolverla durante los controles médicos. 


- Informar el médico sobre cualquier síntoma nuevo o inusual:


Puede suceder que durante el tratamiento y el tiempo de recuperación se presenten síntomas o contraindicaciones que al iniciar el proceso no existían. Es importante informar inmediatamente al médico tratante para darle el manejo más adecuado a los nuevos síntomas. 


También es fundamental acudir al médico en caso de tener cualquier inquietud sobre el tratamiento o la evolución del estado de salud del paciente. 


- Informar al médico todos los medicamentos que consuma: 


Lo ideal es no consumir medicamentos de venta libre y en caso de hacerlo por cualquier motivo, lo más recomendable es comentarlo con el médico para asegurarse de que sean compatibles con los medicamentos que se están utilizando para el tratamiento. 


Cumplir con el tratamiento para el ACV es uno de los aspectos claves para prevenir la recurrencia. Ya que de acuerdo con un estudio de la firma Rochester,  “la recurrencia es de un 10% en el primer año y de un 20% dentro de los 5 años, luego del ACV inicial”. 


Al seguir estas recomendaciones se evita que vuelva a suceder, pero adicionalmente se contribuye a acelerar el proceso de recuperación y mejorar el estado de salud. Sí te gustó aprender sobre el tratamiento para el ACV no olvides que puedes encontrar más información en nuestro blog.

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