Identifica las secuelas de ACV en adultos mayores

Secuelas de ACV en adultos mayores

Cuando las personas sufren un Accidente Cerebrovascular, pueden quedar con secuelas que afectan la integridad de las funciones cerebrales. Estas complicaciones ocasionan un grado de dependencia que representa un gran impacto social, familiar y psicológico durante sus años de vida.

Generalmente, las secuelas de ACV en adultos mayores pueden fluctuar entre pequeños y grandes déficits neurológicos, los cuales incluyen alteraciones en las capacidades motrices; del lenguaje, visuales, auditivas y cognitivas. Debido a esto, las técnicas que se aplican para la rehabilitación tienen como finalidad tratar las discapacidades motoras y sensoriales, con el objetivo de promover la independencia, la integración social y mejorar la calidad de vida de los adultos mayores. 

Tipos de secuelas del ACV en adultos mayores

Las posibilidades de presentar secuelas tanto en los adultos mayores como en la población adulta y joven es la misma. Sin embargo, algunas capacidades se tienden a ver mayormente afectadas en las personas de edad avanzada. 

Las diferencias que existen entre las secuelas de ACV en adultos mayores y las secuelas del ACV en una población más joven radican principalmente en los siguientes factores:

• La edad del paciente.
• Su historia clínica.
• El nivel de afectación que causó el ataque.
• La rapidez con la que recuperan las capacidades pérdidas o disminuidas. 

Teniendo en cuenta lo anterior, las secuelas que más se presentan en la población adulta son:

Trastornos de la memoria

Los adultos mayores tienen mayor riesgo de presentar problemas relacionados con la memoria y capacidades cognitivas. Al momento de realizar procesos mentales tales como, razonar, planificar y recordar, se les puede dificultar. El nivel de afectación de estas capacidades va a depender de la gravedad y de la ubicación del ataque cerebrovascular. 

En caso de presentar un ACV isquémico, los efectos están relacionados con la zona o núcleo del infarto y la zona que lo rodea, mientras que un ACV hemorrágico, en la mayoría de los casos causa síntomas secundarios al ejercer presión sobre el tejido cerebral circundante. En los dos tipos de Ataques Cerebrovasculares, se puede causar deterioro de la memoria o de las capacidades cognitivas por efectos de alteraciones como:

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  Hipoperfusión: la disfunción neuronal es causada por la disminución del riego sanguíneo cerebral en caso de oclusión de una o más arterias cerebrales.
• Alteraciones metabólicas neuronales en el cerebro, que en general están relacionadas con el pobre aporte sanguíneo.

Trastornos del lenguaje

La afasia (pérdida de la habilidad para comprender y expresar un lenguaje) es una secuela que se suele presentar con más frecuencia en los adultos mayores, esta puede afectar tanto a la comprensión del lenguaje como a la producción de este. Si la persona mayor tiene afasia, no solo presentará problemas con el lenguaje, por tal motivo; es necesario tener en cuenta todo el conjunto de funciones cerebrales o neuropsicológicas (la memoria, la atención, el razonamiento, la expresión afectiva, etc.)

Las manifestaciones que los pacientes presenten dependerán de la región del cerebro afectada por el ACV. Si este afectó al área Broca se observará más dificultades con respecto a la expresión del lenguaje, en cambio, sí se afectó el área Wernicke, se evidenciarán complicaciones en la interpretación del lenguaje; el compromiso de otras áreas puede alterar la expresión afectiva que suele acompañar el habla.

Dificultad para moverse

Aunque esta secuela se puede presentar en la población en general, en el caso de los adultos mayores, la afectación tiende a ser más severa y la recuperación más lenta. Para la población de la tercera edad que ha padecido un ACV, hay una mayor afectación en las capacidades motoras (reducción de la velocidad, asimetría espacio-temporal, alteración del equilibrio, etc.)

Esta dificultad está relacionada con la pérdida de fuerza y equilibrio cuando se sufre un accidente cerebrovascular, ya que los adultos mayores suelen tener algunas limitaciones de movilidad y equilibrio que anteceden al infarto o hemorragia cerebrales.

Las limitaciones de la movilidad suelen apreciarse en la vida como:

1. Parálisis en un lado del cuerpo:
   La parálisis del lado derecho o izquierdo del cuerpo, luego de presentar un ACV, es conocida como hemiplejia. La hemiplejia sucede cuando el ataque cerebrovascular dañó la parte del cerebro encargada del movimiento del cuerpo. Pero también pueden presentarse las llamadas monoparesias porque afecta solo un miembro, como brazo o pierna.
   
   
2. Rigidez en los músculos:
   La rigidez que el paciente y su familia aprecian como tensión en los músculos se denomina espasticidad; esta es una secuela muy común de lenta y progresiva instauración (en particular cuando las medidas de rehabilitación son poco eficaces) ocasionada por el ACV. Esta secuela del infarto o de la hemorragia cerebral puede causar dificultad mayor en el movimiento de las extremidades del cuerpo, en la postura y en el equilibrio y suelen verse con mayor frecuencia en las manos y pies.
   
   
3. Dificultad para comer:
   Con frecuencia el ACV afecta los procesos automáticos y voluntarios de los músculos de la garganta involucrados en el acto de tragar o pasar los alimentos. Esta condición es conocida como disfagia y afecta de manera diferente la capacidad para comer líquidos y sólidos y por ello muchas veces apreciamos que los pacientes deben recibir dietas como purés y gelatinas para poder alimentarse.
   
   
4. Depresión y ansiedad:
   La depresión es una de las alteraciones psicológicas que más presentan las personas que han padecido un ACV. Esta condición va acompañada de tristeza profunda, pérdida de interés en las actividades cotidianas y de ansiedad. La depresión llega a afectar el comportamiento, los sentimientos y el pensamiento de la persona que lo padece, por eso, lo más recomendable es acudir a profesionales especializados en salud mental. Entre ellos y el médico tratante, harán un abordaje interdisciplinario para reducir los síntomas y dolencias que el trastorno depresivo y la ansiedad generan. 

Temas relacionados con secuelas del ACV en adultos mayores: Reconozca el ACV y los factores implicados en su aparición.

Ataque cerebrovascular: factores de riesgo en adultos mayores

Tanto para los adultos mayores como para la población adulta y joven, existen factores de riesgo que aumentan la posibilidad de sufrir este tipo de ataque. Sin embargo, los factores más peligrosos para la población mayor son:

• Hipertensión.
• Diabetes.
• Hipercolesterolemia.
• Tabaquismo.
  
  

Otros factores de riesgo tanto para la población mayor como para la población adulta son:

• La inactividad física.
• Las enfermedades cerebrovasculares.
• El sobrepeso y obesidad.
• Las dietas poco saludables.
• El exceso en el consumo de bebidas alcohólicas.

Rehabilitación del adulto mayor luego de sufrir un ACV

Para comenzar la rehabilitación, se deben evaluar en la fase más temprana los posibles déficits neurológicos originados por la lesión cerebrovascular, junto con el estado de salud del adulto mayor; sus capacidades funcionales, su estado de nutrición, la presencia de otras enfermedades, su estado mental y el soporte social y familiar que posee.

En dicho proceso, el adulto mayor debe tener una condición física que le permita tolerar y ejecutar los movimientos. Además, es fundamental contar con un estado mental que le facilite la comprensión de la terapia y la disposición a ella.

Una vez que se ha estabilizado clínicamente al paciente, los objetivos del programa de rehabilitación para las secuelas de ACV en adultos mayores se centran en obtener el máximo nivel de independencia, para que así puedan llevar a cabo sus actividades cotidianas. Si por algún motivo no se presenta una mejoría, se promueve el mantenimiento de las capacidades que se conservan, el bienestar y la calidad de vida del paciente.

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Tipos de rehabilitación para el ACV en adultos mayores

Para minimizar los daños causados por el ACV (tanto en los adultos mayores como en las personas más jóvenes), es importante realizar el tratamiento indicado por el grupo interdisciplinario de profesionales de la salud. Algunos de los tratamientos y actividades de rehabilitación más comunes son:

• Ejercicios de motricidad.
• Entrenamiento para mejorar la movilidad.
• Terapias para mantener y aumentar la amplitud de movimiento.
• Terapias para trastornos cognitivos y de comunicación.
• Tratamiento con psicólogos y psiquiatras.
• Medicamentos.

Durante el proceso de rehabilitación del adulto mayor, las principales prioridades son:

1. Estabilizar su estado de salud.
2. Controlar las posibles afecciones que ponen en riesgo su vida.
3. Evitar otro ACV.
4. Evitar otras secuelas relacionadas con el ataque cerebrovascular padecido.

¿Cómo prevenir el ACV en adultos mayores?

Los ataques cerebrovasculares pueden suceder a cualquier edad, no obstante; los adultos mayores de 65 años poseen más posibilidades de padecer estos accidentes. Llevar una vida sedentaria y una mala alimentación (alta en azúcar y grasas saturadas), son factores que aumentan el riesgo de padecer estos accidentes.

Por eso, para prevenir un ataque cerebrovascular, tanto en los adultos mayores como en la población en general se recomienda:

• Realizar actividad física al menos 30 minutos al día.
• Mantener un peso saludable.
• Evitar el consumo de tabaco.
• Evitar el consumo de bebidas alcohólicas.
• Llevar una dieta saludable, en donde predomine el consumo de frutas y verduras y se evite los alimentos altos en azúcar y grasas saturadas.

Por supuesto, es importante resaltar que cada persona es única, por lo tanto, además de seguir las recomendaciones mencionadas anteriormente para reducir los factores de riesgo, es ideal visitar a un profesional médico regularmente para realizar un control de salud y exámenes médicos. 

Si te gustó aprender sobre las secuelas del ACV, te invitamos a visitar nuestro blog para conocer todo lo que debes saber sobre el accidente cerebrovascular¡Te esperamos!